El comienzo

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Lo último que recuerdo antes de entrar al quirófano fue la lluvia que pegaba junto con el viento todas las ventanas y puertas del hospital, como mis padres por primera vez en mucho tiempo estaban juntos, como mi hermano menor decía que me daría todos sus juguetes si salía bien y que volviera a casa fuerte, y tambien como Adrián entró exaltado y llorando a mi habitación y que hace no mucho se habia enterado del transplante de corazón que me harían. En esos pocos minutos antes de que la anestesia hiciera efecto en mi, me pregunté:
¿Por qué esta aquí? ¿Por qué me pasa esto a mi?...
Y de ahí en más, fueron mis últimas preguntas.

Me llamo Catherine Esnarriaga y este era mi ultimo año en la secundaria; como conocia a la mayoría de mis compañeros y estaba segura que serian los mismos, sin cambio alguno, no me emocionaba tanto, ni siquiera me importó que ese año sería el último en una escuela media, y que luego debia ser yo la que decida el querer estudiar o no en la universidad. No me esperaba nada, nada nuevo, como en principio de año había empezado de la peor manera, no tenía  ni idea de lo que me podía llegar a poner mejor, hasta mis pasatiempos se volvieron aburridos.
Pues en más, como no estaba emocionada, el primer día de clases no desperté a tiempo, tuve menos de diez minutos para alistarme, llegue tarde y con la mala elección de ropa, parecía salir de un circo. La precetora de este año, parecía buena, me miro en la dirección, sentada esperando a que me dijeran a que curso debería ingresar. Al subir las escaleras, estaba sin ganas de llegar al aula y quería divagar mas tiempo en los pasillos de la escuela, pero no duró mucho, una profesora que se encontraba detras mio, me dijo:
-Avanza niña, este será un buen año escolar- me observa por dos segundos, y mirandome a los ojos me pregunta -¿por qué te encuentras deprimida? sonríe!, animos-
Le di una sonrisa sarcástica, pues pase lo que pase, no cambiaría en nada, y le di permiso así seguía su camino, pero al llegar al primer piso, me volvió a hablar.
-¿Sabes? Soy Nueva, ¿me podrías ayudar?-
Me quede quieta y callada por unos segundos, luego asenti con la cabeza, y le pregunto a que curso se debe dirigir, y cuando me lo menciona resulta que era al mismo al cuál debía de haber entrado hace mas de media hora. Ingresamos juntas. Todos ya estaban con sus grupitos. Y bueno, para no llamar la atención, yo también tenía el mio, consistían en solo chicas, las saludé y me senté en el ultimo pupitre que se hallaba vacío. La profesora, parecía muy despistada, su materia era lengua y literatura, era mas o menos petisa, y se reía de todo. Como ya sabía que se solía hacer los primeros días de clases, apoyé mi cabeza contra la mesa del pupitre y esperé a dormir, puesto que la noche anterior tuve pesadillas que me dejaban inquieta y no me permitían conciliar el sueño.
Al despertar, por el timbre que anunciaba que empezaba el recreo, vi a la mayoría del curso parados ante un chico nuevo, no me importó, y seguí durmiendo. En la siguiente hora había ingresado una profesora de inglés y creo que fue la unica que el primer día de clases, había dado tareas, tanto para hacer en clases como para llevarla a casa, pero bueno, como no me gusta llevar tarea a casa, lo hice en el segundo recreo para continuar durmiendo las últimas dos horas que quedaban de clases.
Suena el tercer timbre que avisa a los alumnos de que el primer día de clases llegaba a su fin, y mis compañeros ya estaban listos para salir, pero yo no, con ese timbre yo recién estaba despertando e inmediatamente guarde lo unico que había sacado de la mochila, un cuaderno y lapiceras, mientras todos se iban, el chico nuevo se me quedo viendo, ya que fui la ultima en salir del curso. Me había sentido incomoda, demasiado.
Al salir de la escuela, me dirigí a la casa de mi tía Estela, que recogía a mi hermanito menor Iker de su escuela primaria, él había empezado ese mismo día. Y recuerdo que mientras yo salía a las corridas de casa, se había levantado solo para desearme un buen día. Llegue a la parada de autobuses y como había mucha gente y demasiado ruido, me puse los auriculares, me apoye en un arbol que estaba cerca de la parada, y esperé. Estaba concentrada en mi música, no me percaté de que alguien me estaba hablando y cuando me doy cuenta, llega mi autobus y no me quedo a preguntar, el chico que me hablaba ya lo había visto, pero no recordaba donde. No me estrese recordando quien diablos era, asi que no le di importancia. Seguí el viaje de camino a casa de mi tía y al primero que encuentro es a mi hermano que viene corriendo a darme un abrazo y a echarse a llorar, lo miro, le sonrio y pregunto
-¿Qué pasó?- a lo que él me responde - ¡Hermana! ¿Cómo se hacen amigos?-. La verdad no sabia que responderle y por lo tanto quedo callada y le digo que si quería que le hiciera una torta de chocolate.
Esa pregunta me hizo pensar en que hasta el día de hoy, no sabía hacer amigos nuevos, solo me juntaba con las amigas de mi compañera Estefanía a la cual conocía desde la primaria. Nunca tuve la intención de tener mas amistades.
Luego de que terminamos de comer la torta de chocolate junto a mi tía y hermano, Iker se va a hacer la siesta, y aprovecho a que estoy sola con mi tía para preguntarle lo mismo que me preguntó mi hermanito.
-tía ¿cómo puedo hacer amigos?- mi tíase echa a reir -hija, se supone que ya tienes 17 años, y en tu vida ¿no has conseguido uno?- por la pena, bajo la cabeza y respondo que no. Me toma de la mano y me sienta en el sillon de la sala y contesta a mi pregunta.
-Primero tienes que ver en quien confiar, porque para eso estan los amigos, y depende el amor y amistad que le das, por que a veces eso de amistad puede entenderse como otra cosa..- la interrumpo diciendo que no entendía y continua -..pues mira, con tu tío llevamos mas años de amistad que de marido y mujer, y como eran tiempos pasados, mucho el amor no se demostraba libre como al día de hoy, viste que encuentras en la calle una pareja ya sea que consista en dos mujeres, dos hombres o mujer y hombre, bueno, esas parejas empezaron como amigos, por eso te digo que la amistad se puede mal entender, pero tampoco digo que sea malo, puedes encontrar a alguien que pienses que es tu amigo o amiga pero que luego empieces a sentir mas cosas por él o ella- la miro con una cara que demostraba que no entendía ni J de lo que decía y me hace un resumen -Primero conoce a la persona, a ese alguien que te haga sentir confiada como para compartir momentos, secretos, aventuras, tanto malos como buenos, y ademas mija, ya tienes que traer novio a casa, que esperas? Si ni amigos dices que tienes- nos echamos a reír las dos.
Luego de esa conversación nos quedamos hasta la tarde-noche con ella, y nos sentamos en el patio de adelante de casa, a leer y esperar a que nuestros padres, o por lo menos uno de ellos, pasen a buscarnos; en esa espera pasa un chico en una bici, al cual miro fijamente a los ojos porque me parecía conocido. Pero nuevamente no lo recuerdo. Mi mamá llega en la noche a recogernos, nos dirigimos a casa, y empieza a discutirme que porque no la había llamado y echo acordar que debía pasarnos a buscar, que para qué tenía un celular, que practicamente no uso, y así como siempre.
Ahí me di cuenta que volví a empezar la escuela, por los gritos de ella.

(Espero les haya interesado el primer capítulo)

Feliz Año NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora