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"Hoy accidentalmente vomite en los zapatos de un tipo, tuve que pagarle para que se fuera sin drama y steve no lo notara y no le rompiera la cara"             T.S.

"Espero que ese tipo se consiga nuevos zapatos, eso no saldrá nunca, por cierto, el próximo sábado iré con mi doctor a la cita mensual, quieres ir juntos?".       E.R.

"Esperaba que me lo pidieras Eve, Steve esta más impaciente que nunca, cambiando a algo más interesante, el doctor es guapo?"     T.S

"claro, es muy guapo pero no te emociones, ya esta casado".   E.R

"Aww bueno, nada es perfecto en esta vida, bueno te dejo, saldré con Pepp hoy"

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Everett sonrió para después apagar su pantalla y notar que un molesto pelinegro lo observaba desde el marco de la cocina.

-Que pasa? quieres un poco de jugo? -pregunto con inocencia el cenizo, que ya conocía bien ese gesto de su pareja.

-No gracias, prefiero el café -bromeo mientras sostenía entre sus manos una humeante taza.

-ow! eso fue un golpe bajo- fingió dolor mientras caminaba hacia su esposo e intentaba quitarle la taza.

-sabes que solo tengo que alzarla así -la alza por encima de su cabeza- y no podrás tomarla verdad? -sonríe orgulloso

-bueno...

everett deja aun lado su bebida y comienza a pasear sus manos sobre el pecho del más alto.

-Everett no.

-Everett si -susurró caliente mientras acercaba sus labios a los de Stephen, metió una de sus manos bajo la camisa del más alto y le dio un beso intenso en el que saboreo el café y a su chico lo más que pudo, sus dos sabores favoritos.

al separarse everett lamió sus labios de forma lasciva y volvió por su jugo.

-Tony dijo que ira a su primera cita prenatal el próximo sábado.

-sabes que ese día solo te atiendo a ti.

-No es lo que dijo Christine

-Stephen chasqueo su lengua molesto- desde que es jefa de personal se volvió una tirana.

-si no mal recuerdo, gracias a ella estas sospechosa y convenientemente a cargo del departamento de Obstetricia.

-Es temporal,  y eso solo porque todos los demás son unos inútiles -bufo molesto-

Everett río ante esto último, la razón por la que su esposo tomaba ese cargo no era más complicada que la de los celos mismos, recuerda como uno a uno de los doctores que vieron siempre tenia más de algún defecto ante los ojos del cirujano.

"puedo hacer lo mismo que ellos con media neurona y nisiquiera tendría que tocarte tanto" gruño molesto en una ocasión.

"bien! pues hazlo de una vez!" -gritó Everett molesto esa vez.

no podían culparlo, habían visto cerca de 10 doctores a lo largo de la semana, algunos no estaban capacitados para un sistema prenatal para hombres, otros lo veían como una maravilla viviente (algo que Stephen detestaba), la mayoría no soportaba las constantes interrupciones del pelinegro y otros no tenían nada de malo pero el hecho de que eran jóvenes y atractivos los hacía incompetentes ante la mirada de su esposo.

"son muy jóvenes como para tener la suficiente experiencia" sentenciaba al salir del lugar.

un par de semanas después se entero del nuevo cargo de Stephen lo cual no le sorprendió en lo absoluto.

"nadie te conoce mejor que yo, y si ocurre algún cambio lo notare, y siempre estaré ahí en cualquier horario, es perfecto!" respondió al consultarlo, sonaba tan emocionado que ya no pregunto nada más.

-entonces lo atenderás cierto? -pregunto nuevamente el cenizo que se encontraba descansando sobre el pecho de su pareja, estaban disfrutando de una película de misterio una tarde lluviosa.

-lo haré por ti -cedió besando la espalda del rubio.

-y porque no tienes opción.

-y porque no tengo opción- repitió riendo.


"te adjuntare la dirección del hospital y el horario de las citas a este mensaje, nos venos pronto Tony"       E.R.

"Gracia Eve! nos vemos pronto".  T.S.

¿Qué esperar cuándo se está esperando? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora