Mierda.
Santa mierda.
Estoy estático en mi lugar, Adam ve lo mismo que yo al igual que todo mi grupo, y es que el balón que acabo de patear para meter a la portería donde Adam estaba esperando, se ha desviado impactando directo en la cara de Julie haciéndola trastrabillar y caer sobre su trasero.
Incluso Kendall se ha quedado quieto en su lugar.
—¡Julie! —el grito de Amber parece romper el congelamiento en todos pues de repente todos empiezan a hablar.
—¿Todavía sigues aquí? Ve a ayudarle —dice Adam llegando a mi lado.
Niego con mi cabeza rápidamente. No puedo hacerlo, ha sido un accidente pero no tiene por qué enterarse que fui yo ¿verdad?
—¿Cómo qué no? Creo que le acabas de romper la nariz, Lane.
La culpa empieza carcomerme, así que me trago mi vergüenza y corro hacia la rubia que está viendo a su amiga, a la par mío llega Kendall y es el primero en preguntar:
-Julie, ¿estás bien? —le pregunta el chico acuclillándose a su lado.
—No, no quiero ir a clase de Brumby, papá —contesta ella haciendo un puchero.
—Esta delirando —dice Amber.
La observó desde arriba, quiero acercarme, tomarla en mis brazos, sacarla de ahí y estar a solas con ella, pero mis manos tiemblan, y siento que estoy transpirando más de lo normal. Observo al entrenador trotar hacia nosotros cuatro, mientras que la mayoría de los alumnos caminan atrás de él, siguiéndolo.
—¿Qué ha sucedido aquí? —El entrenador me mira esperando una respuesta, pues los chicos a mis pies intentan hacer entrar en razón a la castaña—. ¿Walker?
—Y-yo... —empecé a decir pero mi voz sale entrecortada, carraspeo para hablar de nuevo—. Golpeé el balón, pero como usted sabe no soy bueno dando patadas, el balón se desvío y la terminó golpeado.
Fleming baja la mirada, observando a Amber quién tiene en sus brazos a Julie, la cual sólo repite que no quiere ir a clase de Brumby.
—¿Y qué hacían Hardfore y Sellers aquí? —El entrenador mira su tabla para revisar unos papeles—. Conmigo tienen clase hasta mañana.
—Fue mi culpa, entrenador —dice Amber levantando la vista hacia él—. Yo le pedí a ella que saliera de química para poder hablar.
—¿Saben qué? No me interesa, eso lo explicaran después al director. —Hace sonar su silbato haciendo callar a todo el alumnado arremolinado a nuestro al rededor—. Ustedes, malditos inútiles, es mejor que vayan a seguir entrenando y seguir pateando ese maldito balón, ahora —todos asienten y empiezan a caminar hacia donde hace unos momentos yo estaba practicando, Adam duda antes de irse, pero al ver el rostro del entrenador decide marcharse, Fleming voltea hacia nosotros-. Kendall, lárgate de aquí.
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Nosotros después de la lluvia
Teen FictionHermosa, adorable, enigmática, alegre, curiosa y completamente perfecta ante mis ojos, no suele arreglar su cabello, siempre la he visto con tenis, ni siquiera cuando ocupa vestidos lleva zapatillas. Hablo de la chica con quién accidentalmente termi...