Heartbeat »Lizkook«

Jungkook 01

—¡Jungkook!¡Jungkook...!—repetían animadamente una multitud mientras el nombrado acababa con una botella, celebrando el verla vacía.

—Así se hace Jungkook.—Rió su compañero abrazándolo.

—Así deberías aprender.—señaló a un castaño frente a él.

—¡Jimin!¡Están jugando Beer pong!—Gritó y automáticamente este soltó a su compañero siguiéndolo. Todos se reunieron allá.

Había mucha gente alrededor y el calor estaba muy presente al igual que las bebidas, todos gritaban de emoción cada vez que la pelota daba en un vaso, asimismo la multitud comenzó a gritar a coro un nombre que en ese momento andaba en racha, anotando todos y cada uno de los vasos.

—¡Jin!¡Jin!¡Jin!¡Jin...!—anotó un vaso más. Tomó uno de su lado.

—¡Wouh!- gritó y lo bebió a fondo.—¡Así se juega esto!—quitó de su rostro unos lentes de sol color blanco.

—Hace calor...—opinó Namjoon.

—Tienes razón, ten.—le entregó su vaso para poder desprenderse de su camisa.—¡Soy el siguiente jugador!—exclamó hacía la multitud provocando otro ruido de su parte, sobre todo las chicas intentando tocarlo.

—¡Jimin!¡Jimin!—escuchar su nombre le encantaba, una vez adaptado al ruido empezó a jugar.

—¡Tu esperanza en la casa!—Gritó Hoseok montándose en aquella mesa de ping-pong y lanzando alcohol en dos pistolas de agua.

Así la gente volvió al baile y a los juegos típicos de fiesta, la música ensordecedora que todos odiaban pero disfrutaban a la vez, gente que en su vida se hablaría bailaban juntos, todo a oscuras y gente fuera del sitio disfrutando lo que sería un fin de semana largo, pues se suspendieron clases debido al arreglo que sufriría La escuela.

Hace dos días

Los siete chicos se encontraban escabullidos en el salón de química, reían y tocaban cosas que en clase estaban terminantemente prohibidas, Hoseok y Jimin hacían mezclas fuera de lo usual sin siquiera tener precaución de lo que hacían.

—Chicos, chicos, deberíamos hacer algo con estas.—Jungkook emocionado mostrando cinco piedras de sodio, todos se vieron dudosos para llegar a la aceptación de la propuesta.

—Creo que eso explotaba o algo así.—dijo Yoongi quien leía un comic muy atrás de ellos.

—Lean las instrucciones¡Por Dios!—se quejó Jin acomodando cada envase que encontraba.

—No pueden saber si explota hasta que lo usen.—Dijo Taehyung sin quitarle la vista a un mechero el cual lo encendía y apagaba.

Y así hicieron, sin saber ni medio de lo que realizaban, llenaron varios envases de agua con colorantes y alguna que otra cosa, los tres chicos ansiosos metieron las piedras en cada bote y rápidamente lo lanzaron contra las paredes y ventanas explotando y dañando lo que sería esa parte de la estructura, dándose cuenta del daño salieron corriendo de ahí. Se veía realmente grave. Hasta juraban escuchar un crujido en la pared.

"Informamos que el instituto estará en reparación de daños y recuperación de bienes por los próximos tres días hábiles no se realizaran actividades escolares ni extracurriculares..." Se escuchó por los parlantes de los pasillos haciendo que cada alumno celebrara.

—¡Mundialmente guapo para ti hermosa!—exclamó Jin esperando a que alguna chica viniera los cual no fue de tardar pues en poco tiempo ya tenía a mínimo tres encima.

—Hey, Jimin...—lo llamó Jungkook.—Mira lo que tengo.—mostró una bolsita y ambos se miraron ansiosos.

En poco tiempo los dos se encontraban en una habitación con dos chicas disfrutando del extasis ocasionado por las drogas que acababan de ingerir, las mujeres se fueron y entre ellos dos quedó su mayor sentimiento de placer y relajación posible, disfrutando aquel producto como nunca antes en su vida.

El menor comenzaba a ver todo borroso y su mareo se intensificaba, pensó que sería alguna reacción de la droga que estaba ingiriendo, obviamente debería parar, pero en ese momento no pensaba con consciencia y lo único que hacia era tomar, tomar y tomar a más no poder. Con Jimin dieron uno que otro beso entre tanto producto y alcohol ingerido, no estaban para nada consientes de lo que sería la existencia misma.

El mareo se hacia cada vez más presente ahora junto a un dolor de cabeza, la música comenzaba a ser un ruido sordo para él y su vista seguía nublada por el sentimiento de extasis, así como sentía que sus músculos dejaban de responder a él, empezó a cerrar sus ojos sintiendo como se desvanecía con aquel trance, pensando que era el mejor sentimiento de disfrute y dolor que ha podido tener en su vida.

"Las golosinas son excelentes pero el licor es más rápido." Ogden Nash.