Sólo quiero un bebé

Capitulo 1

Sólo Quiero un Bebé

"Soy una mujer fuerte e independiente...

Lo soy...¿Lo soy?, sí si lo soy...¡Con un carajo que lo soy!

Soy una mujer fuerte e indendiente y jamás me ha importado lo que digan los demás...

Soy una mujer fuerte e independiente...

Tengo treinta y cinco años, soy dueña de mi propio restorant...

Decidido, lo haré...Soy fuerte e independiente..."

Pensaba la hermosa Chef del nuevo y muy aclamado restorant de cocina fusión, mientras terminaba de decorar un muy bien presentado plato.

- ¿En qué piensas tan detenidamente Bella?

Había sido Ángela Webber, su mano derecha y Sous Chef. Realmente Isabella, o más conocida como Bella Swan, había estado muy concentrada en cualquier cosa menos en sus preparaciones culinarias. No es que se equivocara ni mucho menos, jamás de los jamases ella cometía errores en la cocina, siempre era la perfección en persona, solamente, estas últimas semanas estaba un poco abstraída en sus propios pensamientos.

- No es nada Ang.

- A mi no me mientas, te conozco desde muchos años para saber cuando algo te traes en mente, cuando estés lista para decírmelo, estaré aquí.- Le guiñó un ojo y fue a dejar los créme brûlée.

Isabella suspiró, sabía cuando Ángela, su mejor amiga intuía cuando algo se traía en mente, tarde o temprano debería decírselo, tal vez ella no lo entendería. Ángela fue criada muy pegada a las normas de la ética y moral, su padre, fiel pastor de la iglesia, se preocupó de que así fuese; no es que aquello fuese malo, pero tal vez, fuese posible, muy posible que esta loca idea de Bella pudiera parecerle un tanto extraña. Han sido amigas desde la escuela y juntas abrieron el negocio, el cual va fabulosamente bien.

Después de una abrupta ruptura con su novio, Mike Newton, una ruptura que por cierto Bella decidió, su vida había girado en torno a su carrera profesional. El noviazgo con Newton, fue más que nada por que se sentía un poco sola y quería compañía...Pero, pero, este Mike, compartía ningún interés con Isabella. Se trataba de dos polos opuestos. Si se llevaban bien, pero no tenían nada en común. Tampoco es que llevasen mucho tiempo, apenas un par de meses.

No obstante, a pesar del gran éxito y las suculentas sumas de dinero que le dejaba su negocio, sentía que le hacía falta algo muy grande en su vida. Desde hace ya un buen tiempo, Bella sentía que era capaz y lo suficientemente responsable para tomar su gran decisión, y lo haría, lo llevaría a cabo, sin importar los chismes mal intencionados de los demás, lo haría y lo haría sola.

Pasadas las dos de la madrugada de un ajetreado viernes por la noche, la costumbre de Ángela y Bella, era beber un maravilloso vino tinto de reserva, de preferencia cepa carménére, acompañado por una tabla de diversos quesos como gruyer, cheddar, azul y fresco. Solían hablar del día y la planificación para el siguiente; lo que estaba claro, era que Bella ya había tomado su decisión y se lo informaría a su amiga.

- Ang, debo decirte algo importante, la verdad no se como lo tomes- suspiró Bella.

- Adelante, soy toda oídos- y con una sonrisa de confianza total, Isabella decidió hablar.

- Sé que talvez esto te parezca extraño, pero tú eres mi mejor amiga y eres la primera en saberlo, estoy muy segura de lo que pienso hace y nadie me hará pensar lo contrario y...

- Suéltalo de una vez, que me estas matando con la intriga Bella- gruñó su amiga de nervios.

- Voy a se madre...