"Se acaba el tiempo... De los cielos surcan los demonios más poderosos, los Ángeles caen en llamas, la obscuridad come y destruye corazónes, nadie puede estar seguro en las calles. Todo está perdido, inundado en lágrimas y sangre... Esperando las siete trompetas que anunciarán el fin de los tiempos como los conocemos..."
-¿Esto lo escribiste tú? -preguntó Nicole, mi mejor amiga (y única) de la secundaria.
—Sí... -respondí con mucha pena intentando quitarle el papel de sus blancas manos. Lo cuál me resultó una tarea imposible, ya que, a pesar de que ella tiene la cara de un ángel, tiene la fuerza de mil demonios juntos- No me gusta enseñarle a la gente lo que escribo... ¿Puedes devolvermelo? Es muy patético, déjame destruirlo...
—¿Acaso estás bromeando? -dijo Nicole algo exaltada, guardándose el papel en la bolsa de su uniforme escolar- ¡Esto es fantástico! Deberías escribir tu propio libro, Azael. O cuando menos algún... No sé, ¿una canción?
—¿Qué?¡NO! -respondí tan rápido como pude que incluso casi tiró la silla y hago a Nicole lanzar un grito como nunca antes la había escuchado gritar- Es inútil, aunque lo intenté no tendría ninguna posibilidad en competir en algo como The New York Times o conseguir alguna reseña de algún otro escritor.
—Pero, te gusta leer y escribir... ¿No? -preguntó Nicole con un total o vacilante.Es la verdad, me gusta leer. A pesar de estar en discusión con la trama y el relleno de una gran cantidad de libros, como en IT de Stephen King o en Shadow Hunters -el cual es mi libro favorito entre todos los que mi madre me ha comprado hasta la actualidad- de Cassandra Clare, en el cual, personalmente no se si es coincidencia que el mismo día que asesinaron al chico de los cabellos azules Clary hubiera estado saliendo con Simón y hubieran entrado en el Pandemonium para encontrarse con. Jace y los demás.
—Sí, me gusta leer -respondí tan suavemente que no supe si tan siquiera alcanzó a escuchar algo de lo que dije- pero no soy tanto de los que escriben... Digo, ¿te imaginas que algún día algo que escriba fuera publicado en The New York Times y que logré ser un Bestseller? Ese mismo día aseguraría que todo se iría a la mierda.
—¿Y porque no? -dijo Nicole en un tono muy vacilante, otra vez- ¿Te lo imaginas? Azael, autor del nuevo libro Bestseller que está arrasando en ventas en todas las librerías de América, Europa y Asia, y ahora The New York Times lo considera algo único... Incluso, talvez ¡algun día puedas rebasar las ventas que tiene Stephen King en sus libros! ¿Que te parecería algún día poder hacer sentir un novato en la escritura a tu autor favorito?
—¿QUÉ? -pregunté muy confuso y exaltado, como cuando tus padres insisten en que bajes a comer algo que no te quieren decir ni siquiera que es- Nicole, ¿sabes que Stephen King es el rey de la literatura fantástica y de terror? Es casi imposible que alguien como yo pueda lograr hacer algo así. Y si lo logro...
—Todo se iría a la mierda -contestó Nicole sin ganas y de forma rápida, acomplejado mi frase- no tienes porqué repetírmelo.
—¡Tin, Tin! Exacto, ya entendiste.De repente, el timbre que da inicio a las clases sonó en todo su esplendor -el primer módulo de clases era historia con la maestra Ignacia, y Nicole y como siete chicos más del club de fútbol de la escuela, se dormían en clase- así que Nicole tuvo que irse a su asiento, el cual estaba como a tres mesas más atrás de mí. Entre los clásicos maridos de clase. Scott Maylen y Jonh Wristley, los cuales eran las personas que más desorden generaban en el aula de clases. Y como siempre Scott, por alguna razón, volteaba a ver a Nicole sin que está pudiera notarlo. Lo cual, no le culpo completamente. Nicole es muy hermosa de cualquier modo en donde la quieras ver. Es simpática, felíz y muy buena persona. Incluso yo podría enamorarme de eso. Pero no lo hago, y no sé porque....
O al menos, eso creo...Al termino de la clase de historia-y ya que seguía Educación Física, y el profesor se tardaba horas en venir- Nicole regreso a mi asiento. Esto ya era una costumbre, ya que la conocí de ese modo hace un año, cuando apenas éramos unos chicos de doce años en primero de secundaria "Hola, chico. Te veo muy solo durante las clases y en el recreo... Me llamo Nicole, ¿y tú?" Dijo ella en ese tiempo, y por esa razón fue ella la primera persona que me dirijo la palabra en ese año.
ESTÁS LEYENDO
Más que Simples Palabras
Teen FictionAzael, un joven de secundaria con una vida un poco... extraña, comienza a pasar por una etapa en la que inicia a sentir cosas raras en su interior, un dolor de estómago (¿o mariposas?) y algún que otro pensamiento fuera de lugar. Cabe decir que esta...