El reloj marcaba las 3:20 y yo no podía dejar de dar vueltas en la cama. Yoon-Gi se fue sin desayunar y no regresó en todo el día, Seok-Jin me acompañó hasta casi las nueve de la noche, pues estaba realmente preocupado, nunca me había visto llorar tanto.
Sin embargo tenía un compromiso con su madre que no podía evadir, y yo por mi parte no quería ver a nadie que no fuese él.
Entonces mi teléfono vibró sobre la mesa de noche, tuve que refregarme los ojos porque el nombre de Ji-Min era algo que no esperaba ver nunca más en la pantalla de mi celular.
Luego de tres timbres deslicé el dedo para atender a la llamada, más fui incapaz de pronunciar palabra. Llevábamos casi semanas sin hablar, hacía casi un mes había viajado a Japón y de no ser porque Tae-Hyung le contaba a So-Hyun sobre Ji-Min, yo nunca me habría enterado que estaba fuera del país por razones que nadie, ni So-Hyun me quiso explicar.
—¿Ji-An? ¿Te desperté?
—¿Tú qué crees? —cuestioné, aunque llevaba toda la noche sin cerrar los ojos y probablemente muy muy hinchados—. Es raro que me llames, mucho más a esta hora, ¿Qué quieres?
—Lo siento, es sobre Yoongi-hyung.
× × ×
—Estúpido Min Yoon-Gi, cuando lo encuentre va a ver —Jin me observó con atención y una expresión que no supe descifrar mientras calzaba sus zapatos afuera de su departamento para no ser escuchado por su madre que estaba de visita justo esa noche, la mujer ya tenía un terrible concepto de mi, si se enterara que estaba sacando a su hijo consentido de la casa a las cuatro de la mañana, quizá me prohibiría verlo o algo así—. ¿Por qué no lo dijo antes? ¿Pensaba que Ji-Min no me iba a contactar?
—Ji-An baja la voz —me regañó—. Vas a despertar a los vecinos.
—Mira, no habría venido de no ser porque conoces bien a Yoon-Gi, y eres el único que podría encontrarlo.
—Cálmate Jian —murmuró una vez estuvo de pie y me rodeó con sus largos brazos—. Él no puede estar muy lejos, te prometo que lo encontraremos.
Limpié las lágrimas de mis ojos y sorbí los mocos que escurrían fuera de mi nariz.
—En ese estado puede cometer una estupidez, él no es muy bueno con la bebida y para llegar al punto de llamar a Ji-Min e insultarlo... Tengo mucho miedo Jin, ¿Qué tal si está a punto de lanzarse al río Han? ¡Seúl es enorme! ¿Y qué si volvió a Daegu?
—Ya Ji-An, tienes que calmarte y pensar con claridad, sabes que Yoon-Gi no es de la clase de persona que deja todo a medias, él no podría irse sin hablar contigo antes.
Una idea pasó por mi cabeza con mucha rapidez.
—Llévame al departamento de Yong-Sun, debe estar allá.
Jin chasqueó la lengua y extendió su mano para llevarme hasta el garaje y partir en su auto.
× × ×
—Ji-Min tiene mierda en la cabeza.
Jin soltó una carcajada sin despegar la vista de la carretera, el departamento de Yong-Sun quedaba en Gangnam, no muy lejos del de Jin, por lo que no tardaríamos demasiado.
—Creí que ya lo sabías, Ji-Min es un idiota.
—¿Pero tener que decirle a Yoon-Gi que no se rendiría y que pelearía por mi? Es un ridículo —espeté—. Todos sabemos lo puto inseguro que es, el tonto tiene a Ji-Min en un pedestal, no se considera competencia para él.
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grumpy suga ; myg ✓
Разноеuna historia corta y sosa sobre una chica que odia los animales y un gato antipático llamado suga.