Cap. 4: Vaya, pasó de nuevo.

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Tiene lugar después de "La Muerte de Arturo"

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Merlín irrumpió en los aposentos de Arturo, con la armadura que había pulido recientemente en brazos.

—Ah, Merlín. Bien, vamos a patrullar esta noche. Saldremos tarde, probablemente tengamos que acampar, así que reúne los suministros, ¿quieres?

Merlín resopló, dejando caer la armadura de Arturo sobre la mesa.

—¿No podrías haberme hablado de esto antes?

—No sabía que íbamos antes.

—Te gustaría que-

—Ahora, Merlín. —Ordenó.

Merlín le hizo una mueca burlona a Arturo mientras salía.

—Hazlo rápido, ¿quieres? —Arturo gritó cuando la puerta se cerró.

Merlín estaba tan ocupado quejándose de "ese asno real" que casi chocó con otra persona en el pasillo.

—Deberías prestar más atención a dónde vas, Merlín. —Dijo Morgana, el fantasma de una burla en su sonrisa.

—Lo siento, tengo un poco de prisa. —Sonrió en respuesta.

—¿Qué está haciendo Arturo ahora?

—Preparándonos para una patrulla de último minuto.

Morgana frunció el ceño.

—¿En serio? No recuerdo que Uther le ordenara que fuera a patrullar.

Merlín se encogió de hombros: —¿Quién soy yo para interrogar al Príncipe?

Empezó a caminar de nuevo.

—¿Puedo caminar contigo, Merlín? —Preguntó dulcemente.

—Como desees —Merlín sonrió, haciendo una reverencia.

—Por favor, Merlín, sabes que no tienes que inclinarte ante mí", se rió. —Me preguntaba si podría hacerte una pregunta.

—Por supuesto.

—Quería preguntarte mientras estábamos en Ealdor, pero la batalla alejó todos los demás pensamientos de mi mente.

Merlín arqueó una ceja.

—¿Me preguntaba si sabías sobre el niño nacido con la cresta de Pendragon en el reino de Cenred?

Casi se tropezó con sus propios pies. Ella no lo sabía, ¿verdad?

—Oh, he oído los rumores, claro. N-ni idea de si son ciertos o no —Respondió.

—Oh, bueno, no puedes evitar no saber. Solo tenía curiosidad. Me sorprende que Arturo no te haya preguntado.

—¿Por qué le importaría a Arturo? —Preguntó, mientras doblaban una esquina.

—Bueno, eso implica su cresta después de todo. Y... me matará por decírtelo, pero cuando Arturo era más joven le gustaba fingir que conocía al niño, que era su mejor amigo. Lo atrapé hablando con su amigo imaginario en múltiples ocasiones.

Merlín resopló, imaginando la reacción de Arturo al enterarse de que su amigo imaginario era una especie de verdadero amigo.

—Bueno, te dejo con eso. No dudes en venir a verme si Arturo te hace trabajar demasiado.

—En realidad, no es tan malo. —Admitió Merlín.

Morgana negó con la cabeza mientras se daba la vuelta.

Emrys el Dragón (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora