CRIATURAS EXTRAÑAS

CAPITULO 1

En mi humilde opinión al respecto; pues ignoro a sobremanera lo que a trastornos psiquiátricos refiere, todo lo que viví y vivo hasta hoy día podría ser una experiencia mucho más aterradora y traumatizante que cualquiera que haya sufrido alguna persona con el trastorno de esquizofrenia más severo, pues todo lo que he visto son cosas que simplemente no se pueden crear, no se pueden imaginar y no podrían existir en la mente de ninguna persona; simplemente existen y se me fueron mostradas.

Las primeras veces que ocurrían estos incidentes pensaba que estaba siendo sometido a un estrés que me alteraba de tal manera que perdía las nociones básicas del sentido y me sumía en una aglomeración de alucinaciones e ilusiones que sobrepasaban la barrera de la realidad de una forma inimaginable. Siempre estuve renuente a investigar al respecto pues me negaba a creer tener alguna enfermedad mental, pues estaba convencido de que así no era como se presentaban esos trastornos, sin embargo por las noches y en buena parte del día en esos momento muertos donde el pensamiento se encuentra ocioso sin nada en que concentrarse y comienza a divagar en lo más profundo de la conciencia, no paraba de pensar en cuando seria la próxima vez y de qué manera ocurriría, qué cosas vería y cuanto dolor iba a sufrir, despertando en mí una profunda ansiedad que a veces me desesperaba, quizás eso es lo más parecido a una enfermedad mental de todo lo que me ocurre.

Aún hoy luego de haber visto una inmensidad de horrores y de saber mucho más de lo que sabía cuándo todo esto comenzó, me sigo preguntando qué va a pasar realmente conmigo, pues me fueron reveladas algunas cosas que francamente desearía no creer, pero a este punto es difícil no hacerlo. La duda y la incertidumbre de cómo acabará todo esto me carcome cada día y la soledad, el frio, el calor y las visiones, me destruyen cada día más. Me gusta pensar que aún estoy en una de esas visiones, que se alargó más de lo que por regla habían durado hasta ahora. Cada vez que me sumergía en mi infierno sentía que el tiempo pasaba sobre mí, habían días en los que todo corría a mi alrededor mientras me movía lentamente y otros en los que yo era quien me movía con una increíble velocidad sobre un tiempo muerto que parecía no transcurrir, no sabía cuánto tiempo pasaba dentro de las visiones pero jamás se habían prolongado tanto. Nunca había estado vivo tanto tiempo.

Comienzo a familiarizarme con la casa, es fría en algunas ocasiones; las luces se apagan y todo parece estar cubierto de hielo, enciendo algunas velas y puedo ver mi aliento condensado, es hipnotizante y algunas veces se me van las horas viendo los intervalos entre cada una de mis respiraciones materializadas en esa especie de humo frio que solo me recuerda la soledad que me amanta. Otros días, hace un calor insoportable, como si estuviera excesivamente cerca del sol o fuera arrastrado al mismo infierno. Las ventanas son opacas, sucias como si una gruesa capa de polvo y suciedad se hubiera solidificado en el vidrio haciendo imposible ver a través de él. Solo se podía divisar una fuerte luz amarilla que calentaba como si la casa estuviera rodeada de intensas llamas, se notaba el movimiento y en algunas ocasiones hasta se podía escuchar el crujido que suele hacer la leña al incinerarse. En ocasiones una tenue luz azul intenta entrar por las ventanas acompañada de un ruido peculiar como de ahogamiento, como si burbujas de aire reventaran en el agua dándome la sensación de que la casa está descendiendo en las profundidades del océano, me hace recordar las pocas veces que me sumergí en una piscina y los oídos se me llenaban de agua y todo el exterior se oía apagado y lejano, como si estuviera aislado en otro mundo. A veces la casa parece estar volando o que se encuentra en un lugar muy alto, se escucha el viento poderoso chocando contra las paredes y ventanas, por estos días la temperatura es ligeramente fresca, pero lejos de ser un ambiente agradable es realmente de los peores periodos pues el aire se vuelve más denso que nunca y respirar es casi imposible, es desesperante y agotador. Todo se vuelve un poco más sencillo en los días donde todo se oscurece pero el calor se intensifica, se siente la humedad en las paredes, en el techo y en mi cuerpo que no para de sudar, lo peor de esos días son los ruidos, se escuchan claramente como bestias, demonios y horribles criaturas (Pues a esta altura se bien que no se trata de animales comunes) acechan todo el perímetro de la casa, corren a su alrededor como si me amenazaran de entrar y engullir mis entrañas.