Prólogo

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Desde una oscura cueva, en un lugar casi desconocido para los simples humanos de no ser por leyendas, descansa Iquelo, pensativo, mientras observa el mundo de los mortales a través de un espejo de agua cristalina.

Nadie se atrevería a asegurar con total certeza, que el ser de alas negras y mirada impasible, resguardado en una de las zonas más remotas del Tártaro, es el dios de las pesadillas. Todos y cada uno de sus longevos descansos se pasa haciendo lo mismo: Mirar mientras se deleita con la suculenta esencia de hermosos sueños humanos con una tranquilidad imperturbable.

Pero no está conforme con eso, él quiere más poder y el mismo reconocimiento que tuvo su hermano; no al olvido al que está acostumbrado. Si eran iguales desde el vientre de su madre, deberían haber tenido los mismos dones, el mismo poder; pero fue como si Eris, la caprichosa diosa de la discordia decidiera jugar con ellos como peones para su propio entretenimiento.

La enferma envidia que lo corroe sigue presente en su memoria a pesar del transcurro de los milenios; ¿Por qué su hermano Morfeo, a pesar de tener los mismos padres y sangre por sus venas, era el principal encargado de crear los sueños de los reyes, en los que les adelantaba sus futuras glorias y les daba un escape de la crueldad de los dioses, mientras que él solo era el portador de las pesadillas, temidas y odiadas por cada ser viviente y apartadas con estúpidos objetos de diferentes creencias y religiones?

No es justo, nunca lo fue y nunca lo será. Tras la muerte de Morfeo, hace ya bastante tiempo, los mortales comenzaron a desarrollar, por sí mismos, fantasías que se proyectaban en sus sueños haciendo que la ayuda de los dioses para recrear sus utopías acabase finalmente, haciendo que la vida de su otro hermano Fantaso, compañero del primero, fuera mermando hasta su completa extinción.

Solo él era el único superviviente de los tres hermanos, asustando a los humanos en sus sueños, creando pesadillas que a su vez se convertían en hijos suyos; y de esta manera, pudiendo llegar a las mentes de toda la humanidad; pero todo eso no le servía de nada, él solo ha tenido un único objetivo

Una imagen aparece ante sus ojos; sorprendido, se levanta y se acerca despacio a su ventana al mundo mortal, un rostro ocupa todo el espacio y a continuación se le unen cinco más. Una diabólica sonrisa de satisfacción cruza el rostro de Iquelo, por fin los había encontrado a todos; tras tantos largos años esperando, había llegado su momento, su gran venganza.



















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Hola, bueno, aquí dejo el prólogo de "Sueños", en breve subiré el primer capítulo, siento las posibles faltas de ortografía y espero que os guste 🤗

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⏰ Última actualización: Jan 02, 2019 ⏰

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