Simplemente cansa. Cansa ser la mejor versión de ti para que te den por culo. Cansa dar lo mejor para nada. Cansa ser así.
Y es que llega un momento en el que no aguantas, no aguantas fingiendo, no aguantas estar triste continuamente y a la vez con una sonrisa.
Y ya todo te la empieza a sudar, cambias interiormente, pierdes esa sonrisa y esa amabilidad que tanto encanta a la gente. Alejas a todos. Porque en el fondo, aunque finjas que no importa, te sientes solo, necesitas a alguien que sea como serías tú, un abrazo, no sé, algo que te consuele, eso necesitas, pero no hay nadie para dartelo.
Precisamente eso hace que alejes a cualquiera, porque necesitas algo concreto, algo que no recibes, y como no necesitas más que eso, ¿por qué mantener amistades? No merece la pena.
Y muchas veces me pregunto yo, ¿por qué coño no tuve el valor suficiente hace unos años? ¿Por qué no puedo tener ahora los problemas de hace unos años? ¿Por qué coño seguir vivo? Y es que en verdad, de no ser por mi madre, bien muerto estaría yo, y bien todos, conmigo muerto. Desearía poder morir en paz, sin afectar a mi madre.
Y después de esto, viene la pregunta del millón, ¿si tanto te la suda todo no deberías poder hacerlo si tantas ganas tienes? Pues ojalá pudiera, pero me faltan huevos, me sobran para desahogarme con paredes, pero para eso me faltan, ojalá los tuviera...
Y en verdad, ahora que lo pienso si hace unos años hubiera tenido el valor... Pues no me hubiera entrometido en ciertas vidas y todos estarían mejor...
En fin,que me enrollo, llega un momento que te cansas de todo, en ese momento empiezas a pensar, a reflexionar, a preguntarte el porqué de las cosas, y en el momento que dudes el porqué estás vivo... En ese preciso momento algo cambia dentro de ti, y nada vuelve a ser lo mismo.