Vi a una mujer. Guapísima, para mi gusto. Estaba cruzando por el medio de la plaza Cataluña, camino de las Ramblas.
Llevaba un vestido rojo intenso que le llegaba hasta las rodillas y se movía con el viento y sus pasos. Iba sin bolso, sin nada, sus manos se metían en los bolsillos del vestido y sacaban un móvil, que solo encendía para mirar la hora y acelerar el paso. A lo mejor había quedado, quién sabe.
Yo quería seguir viendo la danza de aquella falda i su cara pálida con pecas en las mejillas, justo debajo de unos ojos azules con un toque amarillento y una cabellera ondulada de pelos castaños.
La seguí, en esa tarde de cielo azul.
Era cautivadora, el rojo resaltaba entre la gente como si fuera una llama en la Rambla.
La vista hacía que la perdiera entre la multitud y cuando la encontraba, ella, no paraba de mirar las paradas que llenan a los costados de la acera con flores, espejos mágicos, golosinas dulces y fotografías de mi ciudad... Las Ramblas.
Me fue inevitable pensar y preguntarme, de qué color será su voz, qué forma cogería su rostro cuando alguien le decía algo bonito, seguro que se volvía incluso más bella.
Tendría que haber salido de casa peinado y perfumado, joder, ahora tengo ganas de presentarme, lo podría intentar...
Nunca había tenido una sensación así, sentía como si un rayo de impulsos me empujese a ella y a intentar decirle "hola". De lo que llaman, amor a primera vista, sentir un vínculo invisible con alguien que no conoces.Acelero el paso, "yo puedo, yo puedo", me digo, "no tengas vergüenza".
Estoy a dos metros de ella, cuando de repente, unos gritos inmensos llenan la calle. Cuando me paro y giro la cabeza, una multitud me empuja i caigo al suelo. Mi cabeza suena contra la roca y aunque no pierdo el sentido, mi vista se empaña, los colores se difuminan y al poco escucho a un monstruo que avanza rápido y que pasa muy cerca.
Escupe rugidos con su motor y chirridos con sus ruedas, a su paso deja el sonido de golpes bestiales y gritos de desesperación, pero no puedo ver nada y tengo mucho miedo, ¿qué está pasando?
Me toco la cabeza con la mano y noto sangre. Un "ag" se escapa de mi boca y intento ponerme en pie. Ahora veo doble y mi paso es tambaleante. Me apollo con una mano en una de las tiendas y miro al suelo.
Cuando levanto la vista. Cuando por fin todo está claro. Veo un punto, rojo. Estirado, inmóvil.
Camino lentamente, comienzo a llorar, a mi alrededor hay mucha gente en el suelo, gritando, sangrando, sufriendo.
Me pongo de rodillas al lado de la chica del vestido rojo. Tiene un brazo dislocado y no para de sangrar por la cadera y la espalda.
Ese monstruo la ha cogido de lleno.
Sus ojos están abiertos, mirando al cielo, perdidos. De su boca entreabierta aún escucho una respiración entrecortada y agonizante, lenta. No me mira aunque le estoy acariciando la cara mientras pido ayuda, está perdida.
Veo que lleva un collar de plata, manchado de sangre, en el que pone "Clara". Qué nombre más bonito. Qué dolor.
Ella gira la cabeza y me mira solo durante un segundo que se hace eterno. De pronto noto que ya no está, que sus ojos azules... Se han apagado.
Me dejo caer desesperado hacia atrás, estirado con las manos en la cabeza y llorando a gritos, desconsolado.
Un policía llega a mi lado pero antes de que me pueda preguntar nada, pierdo el sentido. Se apaga la luz.Hoy estoy aquí, dos días después, con puntos en la cabeza. Mirando las ofrendas que miles de personas han dejado encima del dibujo de Miró, allí donde paró la furgoneta. Y mirando las llamas de las velas de cera. Me acuerdo de su vestido. De su movimiento, como una llama al viento. Y lloro.
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Llama - 💜⚡🎸
Short StoryLlama es la narración desde el punto de vista de alguien que vivió los atentados del 17 de agosto de 2017 en las Ramblas de Barcelona sin esperarlo siquiera, mientras se decidía o no a conocer a una chica que se había cruzado momentos antes de la tr...