Love Me [◇JinTae/TaeJin◇]

~ 06 ~

—¿Y qué sucedió después? —Jungkook apretó el cojín entre sus brazos, sus piernas cruzadas. Estaba cómodamente sentado en la cama, con su espalda, igual que siempre, contra la pared. Los ojitos le brillaban, parecía realmente inmerso en la historia.

—Bueno, al parecer no se lo esperaba —Tae se encogió de hombros—. Se quedó pasmado.

Viernes, 23:10 PM.

Ambos amigos estaban en la habitación del mayor. Tae había salido de ducharse, se estaba preparando para asistir al trabajo. Llamó a Jungkook porque necesitaba contarle a alguien sobre lo angustiosa que fue su tarde. El lugar era bastante amplio. Las sábanas estampadas con manchas de colores destacaban por sobre el lienzo anaranjado, dos cojines rojos solían estar contra la pared. Frente a la cama, estaba el inmenso armario de Taehyung, cuya puerta izquierda estaba adornada por un espejo vertical. La luz se distribuía en forma de esferas blancas que se disponían colgando en un hilo metálico casi transparente, comenzando el trayecto en el suelo y subiendo por los distintos muebles hasta acabar sobre el armario. Le conferían a la habitación una iluminación más bien tenue.

Usaba su brazo bueno para ajustar el cinturón con hebilla dorada a su pantalón oscuro. Tenía la toalla mojada sobre uno de sus hombros desnudos, su cabello goteaba un poco. Intentaba guiarse con el reflejo del espejo que estaba en la puerta de su armario. Jungkook le había ofrecido su ayuda, pero él se negó.

—¿En serio? ¿Y cómo se despidieron?

—Le dije que probablemente nos veríamos pronto, y que ante cualquier problema podíamos contactarnos. Tengo su número, y él el mío, así que...

El pelinegro sonrió ampliamente, sus incisivos asomaron como lo hacían cada vez que lucía entusiasmado. Torció la cabeza al ver que su hyung seguía batallando para vestirse. "Tú puedes" lo alentó mentalmente, atento a la forma en que el mayor movía su mano por sobre su cadera. Casi lo tenía, un poco más, sólo un poco más... Y no. Jungkook saltó de la cama y se puso frente a él. Taehyung suspiró, rendido.

—Quién diría que serías el primero en vivir con alguien más —comentó haciendo un movimiento de cejas. Tan pronto sus manos se posaron sobre el cinturón, bastaron dos segundos para abrocharlo como era debido.

—Las circunstancias me obligan a hacerlo —respondió el mayor, mientras su dongsaeng le revolvía el cabello con la toalla.

Seokjin y él iban a vivir juntos desde la próxima semana.

No iba a saltar de alegría, pero no creía que debía deprimirse. Ciertamente, nunca esperó terminar en una situación así.

—Hyung, ¿estás nervioso?

—No diría "nervioso", sino más bien "preocupado" —admitió Taehyung, volviendo frente a su armario para buscar una prenda con la que vestirse en la parte superior.

—Bueno... —Kook se dejó caer nuevamente en la cama de su amigo—, no creo que sea tan malo. Después de todo tú le gustas.

Jungkook se quedó embelesado al verlo colocarse una especie de camisa que se prendía con un cierre por la espalda. Taehyung mordía una parte, mientras hacía pasar su brazo útil para luego ayudarse con el que tenía enyesado. Tan pronto lo consiguió, la prenda se ajustó a su silueta, marcando sus brazos trabajados, su abdomen plano y destacando sus clavículas en un escote. Su hyung tenía un cuerpo ejercitado por pasarse horas en la sala de pesas. Si bien conservaba su contextura esbelta, Tae lucia unos brazos fornidos, piernas atléticas y un abdomen marcado. Eso, sumado a su rostro de demonio angelado y su actitud de confianza, lo volvían sumamente atractivo. Vamos, estaba tan bueno que a cualquiera le entrarían ganas de devorarlo.