𝐕𝐈𝐎𝐋𝐄𝐍𝐓𝐎𝐌𝐄𝐓𝐑𝐎.ㅤ❲ 𝗄𝗁𝗋 ❳

ㅤㅤ𝒗𝒊.ㅤ𝖻𝗅𝖺𝗆𝖾.

────⠀𝖣𝗈 𝗒𝗈𝗎 𝖻𝗅𝖺𝗆𝖾 𝗆𝖾? ❜ 

[⠀𝖼𝖺𝗉𝗂́𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟢𝟨⠀★⠀𝖢𝗎𝗅𝗉𝖺𝖻𝗂𝗅𝗂𝗓𝖺𝗋⠀]

ㅤ ㅤㅤㅤLA NOCHE ANTERIOR MUKURO HABÍA SIDO realmente salvaje, diciéndole palabras para nada lindas y mordiendo con fuerza, pero no le importo poniendo una sonrisa satisfecha de que su esposo de alguna manera fuera más "cariñoso".

Ese día saldrían a comprar cosas necesarias para el hogar, mayormente objetos que usaría el heterocromático, por lo que el castaño se vistió poniéndose algo que cubriera las múltiples mordidas en su cuello, no deseaba que le viesen así; sus salidas eran iguales a las que ellos tenían de jóvenes, con risas y pequeñas bromas de por medio. 

Un día en el que él castaño estaba sonriendo más de lo usual, por fin estaba todo como debía ser y deseaba que jamás acabase, pero claro, debía terminar en algún momento. La tarde cayó haciendo que regresaran a su hogar, las llaves en el picaporte y haciendo ruido al dejar las bolsas en la mesa, sacaron los objetos y comenzaron a acomodarlas.

—Muku, ¿Quieres una taza de café? —le pregunto con una sonrisa mientras veías las nuevas tazas que habían comprado.

—Claro amore —acepto sacando uno de los artefactos que compró para su tridente.

El oji-miel preparo el café con sumo cariño, al terminar tomo la taza para llevárselo a la sala donde se encontraba el mayor. Al tener la vista fija en el café no logro notar una pequeña caja que había sido tirada por Mukuro. Se resbalo un poco haciendo que la bebida se cayera encima del tridente, el peli-índigo fue rápido quitándose del asiento para que no manchara su ropa, pero desafortunadamente le alcanzo una gota a la playera que traía puesta.

—¡Mira la idiotez que has causado! —le grito al instante. Esas palabras resonaron en la cabeza del menor temeroso de que se pusiera violento ya que su rostro realmente era de enfado.

—¡Dis-Disculpa Mukuro! —pronuncio temeroso—. Pero dejaste esta caja en el suelo y no la vi...

—¿¡Ahora me culpas a mí por tus inutilidades!? —cuestiono alzando la voz más.

— ¡Lo limpiare en este instante! —respondió con la voz temblorosa—. ¡Lo siento Mukuro!

—¡Toda esta mierda es tu culpa! —reprocho aún más provocando que el contrario comenzara a sollozar en silencio.

— ¡Lo siento! —las lágrimas inundaron sus ojos—. ¡Per-Perdóname Muku!

—¿Sabes qué?, no tengo ganas de nada ahora mismo. Quédate aquí y reflexiona lo que has hecho mal Dame-Tsuna —ladró con desprecio tomando sus cosas para irse a su habitación, ¿Cómo un día tan perfecto podía ser arruinado tan fácilmente?

Las lágrimas recorrían una vez más el rostro del oji-miel, sus sollozos e hipos inundaban el silencioso lugar, ¿En verdad era un Dame cómo todos alguna vez le dijeron?, no, Mukuro siempre le decía lo bueno de él y que nunca creyera esas idioteces. Tal vez estaba haciendo algo mal por eso le esta tratando de corregir, eso debe ser, Mukuro nunca le llamaría Dame porque sí.

—Que mal esposo soy —susurro para sí mismo pensando en que el peli-índigo merecía algo mejor que él.

Después de todo, Tsuna era el problema en todo esto, ¿Verdad?