~ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 81~

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                            𝔼𝕝 𝕒𝕕𝕚ó𝕤


—Maldita sea, estuvo tan cerca —murmuró Jimin antes de que pudiera detenerse e inmediatamente se arrepintió—Lo siento —se apresuró a añadir mirando hacia Anne que le dirigió una mirada dura—. No quise decir... ya sabes. Era sólo que... me callo ahora.— 

Mientras Jimin habló Taehyung se había vuelto para mirar el monitor y luego de nuevo a Jungkook, las lágrimas cayeron de sus ojos. Jimin pudo ver qué era lo que él había guardado en el bolsillo ahora, y con las manos temblorosas Taehyung colocó el collar alrededor del cuello de Jungkook, tirando del colgante para que descansara en su pecho un poco más abajo de sus clavículas. Por un momento extendió su mano sobre el pecho de Jungkook, se quedó inmóvil justo encima de su corazón, y sólo la mantuvo allí durante unos segundos con los ojos pegados a su rostro.

Justo cuando Jimin estaba por dar la vuelta y salir ya que no había ninguna razón para estar en aquella habitación, vio que Taehyung colocó su mano de nuevo en su regazo y se volvió hacia Braun. Jimin no podía estar seguro de lo que Taehyung estaba pidiéndole, y no podía leer sus labios de manera adecuada desde este ángulo, así que sólo trató de adivinar lo que era. ¿Me puedo sentar con él por un momento? ¿Por favor? La respuesta fue más fácil de leer

—Por supuesto —contestó Braun, mirando a Taehyung suavemente—Es posible que tengas media hora antes de que tengamos que llevárnoslo. Sólo no toques ninguno de los equipos médicos. Poco a poco los espectadores empezaron a salir de la habitación. La mayoría de ellos lucían pálidos, un poco mal (no hay nada que te prepare para ver a un hombre morir), Anne se fue frotando un pañuelo varias veces sobre su cara.

Taehyung esperó hasta que todos se fueron y escuchó como la puerta hizo clic al cerrarse al extremo de la sala antes de ponerse de pie. Temblaba tanto que apenas podía estar de pie y durante unos segundos tuvo que cerrar los ojos y respirar porque por el amor de Dios, no podía pasar ahora. 

Antes de que tengamos que llevárnoslo.

 Llevárnoslo. 

Llevárnoslo. 

La frase se repetía como una canción dentro de su cabeza. ¿Y si...? Antes de que tengamos que llevárnoslo. 

Una vez que el mareo se había ido, Taehyung se acercó y retiró todos los cables que conectaban a Jungkook al monitor y luego miró a su alrededor frenéticamente cuando se dio cuenta que Jungkook estaba todavía atado a la camilla con correas de cuero y candados en ellos

— Oh, Dios, ¿dónde está la llave? —murmuró en voz baja, girando salvajemente por la habitación con el corazón latiendo en su pecho. Se acercó a uno de los pequeños cajones de metal blanco y tiró del primero. Nada, completamente vacío. Gimió de frustración y trató en el siguiente, pero sólo contenía agujas vacías y unos paquetes de gasa. Taehyung podía ver la oscuridad que amenazaba con apoderarse de su visión así que se apoyó del cajón para mantenerse erguido. No podía darse el lujo de entrar en pánico, pensó con fastidio e intentó respirar con calma, como tantas veces le había dicho a Jungkook que lo hiciera. Sólo respira, inhala por la nariz, exhala por la boca. Lo hizo durante unos segundos hasta que estuvo seguro de que no se desmayaría y luego pasó al siguiente cajón. Envió una pequeña oración antes de abrirlo y exhaló un profundo suspiro de alivio cuando sus ojos se posaron en una pequeña llave, que tenía que ser esa, ¿para qué otra cosa sería? La cogió y se volvió hacia la camilla y tentativamente la metió en la cerradura de la muñeca izquierda de Jungkook

* 𝕆𝕦𝕥𝕣𝕚𝕘𝕙𝕥 𝔻𝕖𝕔𝕖𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora