Imaginas shawn mendes.

La confesión.

—SHAWN! Regresa aquí!-corrí detrás de él intentando quitarle la cámara que me había arrebatado.

—Espera Irina, solo quiero admirar mi belleza!–exclamó entre risas.

—SHAWN PETER RAUL MENDES!-grité, el se detuvo y me dió una mirada juguetona.–Esta bien, puedes verlas.-dije avergonzada.

—Gracias linda.-besó mi mejilla y se sentó bajo el manzano comenzado a pasar las fotos de uno en uno.—Wow, Irina eres increíble.

Me sonrojé.
>No sonrías, no sonrías, maldita sea no sonrías!<

— Irina, eres increíble en esto.-se tomo un tiempo admirando la fotografía.-y no lo digo porque la foto sea mía, porque wow.

Le miré así tal cual estaba, y no pude aguantar más.

—Shawn, hay algo que quiero decirte desde hace unos años...-el me miro atentamente.

—El qué?-suspiré fuertemente y lo miré a los ojos directamente.

—Estoy...-una voz detrás mío de hizo presente.

—¿Shawn?-el miró detrás mío y una sonrisa se pintó en su rostro.—Vaya, cuánto tiempo.

—Alisson, ¿Que tal has estado?–dijo ignorándome por completo. La chica le sonrió coqueta y acomodó un mechón de su cabello detrás de su oreja para después morder su labio de una manera discreta.

—Oh, he estado bien, ya sabes mis padres se separaron y Maxwell se casa la semana que viene.

—Oh si, escuche de la boda de Max, estoy invitado de echo.-soltó una risita.

Ugh.
La chica se le quedó mirando con una sonrisa por lo que pareció una eternidad, así que carraspeé para que notaran mi presencia.

—Oh, pero que descortés de mi parte.-se excuso la rubia.—Soy Alisson Hamilton, ex novia de Shawn.–me regaló una sonrisa socarrona.

Ya me caía mal.

Shawn se rascó la cabeza, incómodo.

—Ella es Irina, mi mejor amiga.–ouch.

—Encantada.-falsa

Miré a mi alrededor buscando una excusa para irme de aquí.

–Creo que debo irme, Madisson debe estar esperándome.-le regale una sonrisa falsa, el mordió su labio indeciso y finalmente asintió lentamente con la cabeza.

Caminé hacia el estacionamiento del parque donde nos encontrábamos y comencé a buscar mi auto.

—Irina, hola–esa voz.

La reconocería donde fuese.

—Cameron.-sonreí al ver a mi viejo amigo delante mío.

—Tiempo sin verte pequeña, creí que ya no vivías en California.- revolvió mi cabello un poco y yo reí a pesar de la molestia.

—Así es, no vivo aquí, vivo en Toronto con mi mejor amigo.-Por primera vez en mi vida me sentía apenada de formular aquellas palabras.

—Shawn? Así que son novios? Vaya creo que me tarde demasiado en pedirte una segunda cita...-Yo lo miré extrañada.

—Shawn y yo? Pff no digas tonterías solo somos amigos.-Por más que odiará admitirlo, eso es lo que realmente somos, solo amigos.

Miró detrás mío y sonrío ampliamente.

—Bueno... entonces supongo que puedo invitarte a otra cita.- Su comentario me descoloco un poco.

—Hmm supongo que...-no pude terminar de hablar porque alguien tiró de mi mano jalándome hacia atrás.