Capítulo 1

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Viernes por la mañana.

Desperté hace 12 minutos, pero no sentía esas ganas de levantarme de la cama, era el último día de mi primer año en la universidad y aun que sabía que solo tendría que asistir por las notas y últimos arreglos me mantuve ahí sin moverme hasta que mi padre vino a tocar la puerta de mi habitación.

- Grace, levantate se te hará tarde. - Fue lo que dijo antes de bajar. Y fue suficiente para que por fin me decidiera a salir de mi cama.

Ordene mi cama, era lo primero que hacía siempre, pues dicen que las personas que suelen hacerlo son más productivas durante el día, no sé qué tan cierto sea eso, pero de lo que sí estaba segura era que no me sentiría en paz sino lo hacía.

Escogí mi ropa del día, la deje sobre la cama y fui al baño; tome una ducha corta y cepille mis dientes, también mi cabello y me hice una coleta alta, un poco de maquillaje lo suficiente para no parecer un desastre de vida, después sali a vestirme.

Escogí mi ropa del día, la deje sobre la cama y fui al baño; tome una ducha corta y cepille mis dientes, también mi cabello y me hice una coleta alta, un poco de maquillaje lo suficiente para no parecer un desastre de vida, después sali a vestirme

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Al llegar a la cocina vi a mi padre poner los platos.

Buenos días, señor Hoods. - lo salude juguetona. En seguida el volteó hacía mí con una cara de desaprobación, no le gustaba que yo le dijera señor decía que le demostraba una pérdida de cariño, no era una persona cualquiera sino su hija y por tal tenía que llamarlo Papá. Yo solo le decía señor por molestar.

Buen día, Grace. -Dice terminando de colocar los vasos. - He preparado crepas, siéntate ya. - Me ordenó. Y eso hice me senté en la isla de la cocina, junto a él.
Le di la primera mordida a la crepa, y cerré los ojos disfrutando de lo buena que está. -Mmmm- Mire a mi padre y le ofrecí una de mis sonrisas. -Buenísima! - Dije y seguí comiendo.

Claro la hice con amor para mi princesa. - Dijo dedicandome una de aquellas miradas cálidas y que me hacía sentir tranquilidad, de esas que te transmiten un sentimiento de verdadero amor.

Papá siempre ha sido mi guardián -y un mandon- pero no lo culpo, el hace lo que puede para criarme, desde hace 9 años solo somos él y yo bajo el mismo techo. Morgan -mi madre- le fue infiel con un tipo que conoció en su trabajo, papá al enterarse le pidió el divorcio y la custodia total de su hija de 11 años, cedió ante el divorcio con facilidad, sin embargo para mi custodia pidió la mitad de los bienes que en ese entonces tenía mi padre, él tuvo que vender todo lo que tenía e incluso obligo a mi padre a vender la casa que habían comprado juntos para que mi madre pudiera retirarse muy contenta; con dinero y sin hija. Morgan me ha canjeado como si de un bono me tratase. En ese entonces no comprendía nada de lo que estaba sucediendo, en ese entonces yo solo miraba como mi familia se destruía. Enfureci con mi madre, y la niña que era fue detestando a través de los años.
Al principio estaba nostálgica no solo mi madre se había ido sino que también la casa donde pasé mi niñez, donde habíamos creado recuerdos lindos, pero después me di cuenta que mi madre solo utilizaba a mi padre, ella perdió el cariño que le tenía, me di cuenta que no era su primer engaño, y él ya no era feliz a su lado. Comprendí que estábamos mejor así, no se puede obligar a una persona a amarte y tampoco permanecer al lado de alguien que no lo hace. Qué vale engañar cuando ya no se ama?

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