No ha pasado mucho desde que empecé a vivir con aquel joven, Yuu, me ofreció quedarme en su casa hasta que yo consiguiese un contratista, realmente creo que ese humano es muy torpe, quiero decir, deja entrar a cualquiera a su casa. . . Eso es un tanto peligroso. . . No es como si me preocupase, ni nada por el estilo. . .
Oh cierto, casi lo olvidaba, pido mis sinceras disculpas por no presentarme adecuadamente.
Yo soy Claude Faustus, hace mucho fui mayordomo de la familia Trancy, cumplía cada orden que se me otorgaba. . . Claro hasta que Sebastián llego y todo pareció desplomarse ¡Tsk!. . .
Un día común y corriente me levante de aquella cama que me otorgo el joven, la tendí y pude observar como el joven había lavado mi ropa. . . Puesto que no tenía otra, y él se ofreció a lavarla, nuevamente me coloque esa ropa. Baje una vez hecho lo que me tocaba y mi costumbre era preparar el desayuno, aunque dude un poco en tomar la cocina, ya que sería de mala educación en mi punto de vista. . . Después de pensarlo ya varias veces, decidí hacer el desayuno, era lo más que podía hacer, bueno, el lavo mi ropa. . .
Escuche unos pasos bajar por la escalera, di un suspiro ya que sabía que él estaba allí observando. . .
-Vaya, veo que el joven se ha despertado. . .
-Te agradecería que me digas por mi nombre. .
-¿Y cómo? Si usted no me lo ha dicho. . Piense un poco antes de hablar.
Vaya humano. . . Algo estúpido para ser sincero. . .
-Yuu. Yuu Yanase, así me llamo, tu también deberías decirme el tuyo. .
Ciertamente. . . Completamente estúpido. . . ¿cómo se le puede olvidar? ¡Tsk! Típico de un simple humano. .Me acerque a él y le di un leve golpe con la cuchara que traía en la mano
-Hasta olvidadizo salió el joven Yuu, se lo dije la primera vez, Claude Faustus.
Después de eso le serví la comida; huevos estrellados, tocino y arroz, ya que era lo único que tenía el joven para preparar de comer. Pero vaya joven se veía en su mirada como desconfiaba de mi por lo que probé la comida para demostrarle que no había nada raro en esto por lo que puso una cara sorprendida puesto que yo ya sabía lo que pensaba.
No pasaron ni unos minutos en lo que el joven dijo:
-Ya acabe. . .
-¿Tan rápido?
-Sí, bueno, tengo que ir a trabajar, gracias por la comida. .
-Y no, no pienso robar oh hacerle algo malo a su casa. . .
-Eh?
Lo último que dije fue que no robaría nada puesto que por la mete del chico paso ese pensamiento tan erróneo. . Vaya joven.
Al ver como el chico se fue a su dicho trabajo yo me quede en su casa esperándolo sin hacer nada solo sentado esperando las largas horas. . Me puse a pensar en donde estaría. . Siendo sincero pude oler el alma del joven y debo admitir que era un poco de lo que yo quería pero ese es otro tema...
Al no ver que el joven llegaba decidí salir a buscarlo; puesto que el olor de su alma quedo grabado en mi puede hallar con facilidad donde se encontraba, debo decir que estaba hambriento de probar un poco de aquel chico por lo que espere fuera de una dichosa editorial.
-Vamos sal de ahí. . .
Decía en un susurro hasta que un humano no tan joven se acercó a mi recargándose en donde yo estaba, realmente no le preste atención hasta que me trato de sacar un tema de conversación.
El humano era de cabello color castaño y ojos azules oscuros con un traje de cuello y con una corbata.
-Disculpe, ¿acaso usted ha venido por Yuu?
-¿Le conozco como para responder? De cualquier forma a usted no le interesa mi motivo de estar aquí. .
Ajuste un poco mis gafas.
-Oye tranquilo soló es una simple pregunta
Dijo mientras sacaba un cigarrillo y lo prendía para fumarlo.
-Tal vez conozca al chico mencionado, tal vez no. No lo sé, quien sabe. . .
Se me quedo viendo y por una rara razón tan sólo me sonrió y yo le mire de reojo en eso pude notar como el joven de pelo castaño de nombre Yuu salió corriendo de aquel lugar al verme.
-Oh vaya, ¿no me diga que esta celoso joven Yuu?
-dije en un susurro para mí mismo por lo que el humano al lado mío se me quedo viendo.
-Por cierto me llamo Hatori
-Un placer, me llamo Claude, disculpe pero tengo que irme
Le mire un momento para después ir tras el joven Yanase.