La pintura

44 9 10
                                    

Salí del colegio en la tarde, me dirigía a mi nueva casa, se supone que hoy harían la mudanza mientras estaba estudiando.

¡Mierda! - exclamé.

Me dí cuenta qué se empezó a nublar el cielo... Pensé que empezaría a llover en cualquier momento y llegaría a a casa como un trapero. Así que decidí caminar un poco más rápido para llegar a mi casa. Por fortuna la casa queda cerca, eso sí para llegar debo atravesar un pequeño bosque para poder llegar.

Sin más preámbulo decido caminar más y más rápido.

En tan solo unos cuantos minutos llegué al bosque, estaba un poco oscuro y desde afuera parecía algo tenebroso...No me fijé en nada y seguí mi camino buscando llegar a mi casa.

Seguí caminando rápidamente, empezó a llover poco a poco y el frio fue invadiendo todo mi cuerpo, era inevitable.

Durante el transcurso de mi caminata sentí que algo me observaba, dentro de los árboles, había algo, alguien...Luego me percaté, y solo eran dos señores con una bolsa negra, que parecía llevar un cadáver. Mientras tanto, en mi cabeza tomaba la decisión que tomaría cualquier persona de bien frente a una situación de estas: ignorar y continuar con mi vida.

Hasta que porfin logré llegar a mi casa. Entré, no había nadie y todo estaba muy desordenado, decidí darme un tour por toda la casa. Me dí cuenta que no habían puesto la luz y tampoco el internet, me sentía mal por eso, frustrado y enojado.

COMO JUGARÉ HOY AL FORNITE !! -Grité con toda la furia del mundo.

Cuando termine de cuestionar la casa y mi existencia, fui a comer algo - y por algo, me refiero a un pan y tres tajadas de jamón con yogur de fresa...

¿Qué? Todos lo hemos hecho, creo...

Decidí irme a dormir temprano, estaba muy cansado, y mañana sería otro horrible día en el colegio junto a esos seres inmundos que se hacen llamar "compañeros"

Apagué la única vela que tenía y me quedé mirando el techo. Pensando cosas que probablemente nunca irán a ocurrir.

De un momento a otro, siento la impresión de que alguien me está observando, me pongo algo ansioso y asustado.

Hasta que de un momento a otro volteó a mirar una pintura que está al lado izquierdo de mi habitación.
Era el rostro de una persona, un hombre, muy horrible al parecer, con una mirada muy fija sobre mí.
me pregunto, ¿Qué necesidad había de poner ese horrible retrato en mi habitación?

Decidí olvidar ese detalle, intenté permanecer en silencio e intentar dormir. Cerré los ojos y me dispongo a dormir.

Pasaron aproximadamente unas tres horas, me levanté asustado, así que decidí prender la vela y mirar qué todo estuviera en orden. No observé nada, todo estaba normal, era mi imaginación jugando me una mala pasada. A excepción de ese horrible retrato que estaba en mi habitación.

Todo estaba tranquilo, de un momento a otro, en ese momento vi una silueta parada a la izquierda de mi habitación. Parpadeé y creí que eran mis ojos que se acababan de despertar, pero la silueta continuaba moviéndose por dentro. Pasaron algunos minutos y la silueta no hacía nada más que mantenerse fija frente a mi, así que busqué mi celular para iluminar mejor y cuando lo encontré, la silueta ya había desaparecido. 

Tenía mucho miedo esa noche, pero ya casi iba a amanecer, debía resistir junto a mi alido, la pintura en la pared.

A la mañana siguiente me desperté, y entré en shock.

No sabía que hacer, que decir...

Me dí cuenta, de que ese horrible retrato de ese hombre, que estaba a la izquierda de mi habitación, no era una pintura, sino una ventana.







💥 Sí llegaste hasta aquí, muchas gracias por leer. Recuerda puntuar la historia y compartirla💥

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 12, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La pinturaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora