Anillos Del Tonalli: Vida Y Muerte(Finalizado).

4.- Familia.

—¿Dónde estoy?.

—Jonathan...

—Soy yo— Miro mi cuerpo, me doy cuenta que tengo mi viejo aspecto vistiendo uno de mis típicos trajes.

No puedo moverme ni hablar, solo soy un observador

El lugar donde estoy estaba oscuro completamente, pero ahora ha comenzado a iluminarse con la ayuda de antorchas repartidas por las cuatro paredes.

De la nada apareció frente a mí un hombre de estatura baja y muy delgado de edad muy avanzada, quien llevaba un traje muy extraño, compuesto de partes de animales, metales y piedras preciosas. Su aspecto era imponente y asustaba.

—Tu fuiste elegido por el anillo, para vivir eternamente, cuidando de la humanidad. Tus actos altruistas, tú capacidad de anteponer las necesidades de la gente sobre las tuyas y incapacidad de sentir tentación en tu corazón, te vuelven el candidato perfecto para ser el dueño del tonalli, pero primero, debes pasar las pruebas de Tonalli. ¿Que harías con un poder infinito?... Tus acciones darán esa respuesta y de acuerdo a ella, vivirás como el dueño eterno del Tonalli o serás condenado a la muerte.

De pronto, todo el lugar comienza a desmoronarse y en breve despierto.

—¡Irina!, mamá quiere hablar contigo. Ya se enteró que faltaste a la escuela otra vez. Sal ahora mismo—gritaba una niña del otro lado de la puerta sin dejar de golpearla.

—¿Que fue ese sueño?—me preguntaba al acercarme a la puerta.

—¿Quién eres tú?—pregunté tras abrir la puerta y ver a la niña.

A pesar de que su voz era la de una niña, se veía mas grande, su aspecto era similar al de este cuerpo en cuanto a facciones faciales, tono de piel y color de cabello, aunque el de ella es rizado y sus ojos son azules. También tiene unos centímetros menos de altura, un poco menos desarollada y su rostro se ve más infantil infantil.

—¿Qué clase de pregunta es esa?, Entiendo si nunca quieres hablarme, pero esto es demasiado. Soy tu hermana, quieras o no—reclamó con furia.

—Lo siento, es solo que mmmm acabo de despertar—respondí asustado tratando de fingir una sonrisa.

La niña se quedó en silencio y se movió de la puerta.

—Solo ve con mamá de una vez—suplicó.

Tardé unos segundos en moverme. Estaba claro que está chica tiene una relación directa con la anterior dueña de este cuerpo y si quería hacer las cosas más tranquilas, tendría que ceder en algunas cosas, incluso si eran molestas, al menos hasta saber que hacer.

Sin más opción, caminé por el pasillo lentamente mientras observaba las puertas. Miré hacia atrás y la chica aún estaba viéndome, no quería que notara que no se a donde ir, podría molestarse nuevamente.

Finalmente aposté por una puerta y para mí suerte dí con la correcta. Era un cuarto del mismo tamaño en el que estaba, pero este estaba bien recogido a diferencia del otro. En su cama había una mujer muy bonita de cara, pero sus rasgos eran distintos a los míos o los de la otra chica.

Me quedé parado en la puerta hasta que la mujer rompió el silencio.

—Te ves tan hermosa—dijo en un tono muy bajo.

—¿Qué?.

—Te has dejado libre el pelo y la cara, ¿Ya has dejado eso de rechazar los genes de tu padre?—preguntó con una sonrisa fuerte pero mirada cansada.

Inmediatamente llevé mis manos a mí cabeza, la gorra que traía se había caído cuando dormí. Aún así, no pude responder, no entendía que era lo que quería decir con eso, de modo que solo me limité a sonreír. Ella indicó que me siente a su lado en la cama. Luego de que lo hice, comenzó a hablar.