Capítulo XII [SegundaTemporada]

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[Hyung Jun]

HK:: Por amor de Dios, Junnie-ah. Deja de moverte tanto. - intentaba calmar mis estúpidos nervios, y es que algunos costumbres no cambiaban. Había prometido no maldecir tanto, pero es que esta ocasión era demasiado apremiante.

Jun:: No puedo, ¿sa-sabes quienes están afuera? - intenté indagar alguna pregunta hacia mi único amigo.

HK:: ¿Jung Min?

Jun:: ¡Exacto, Jung Min! Y ¿quienes más? - ahora sí sentía arcadas nuevamente. El día de hoy se iría mi estómago junto a mis días de soltería. ¡Pero que patético había sonado ello!

HK:: Ay, no lo sé Junnie. Pregúntame algo más simple ¿sí? - adoraba a este ser tan angelical.

Jun:: Están toda la familia de Jung Min, mi familia, mis amigos o vecinos y... estará él... - mi voz había disminuido un grado menor. Aún era doloroso, ¡Dios! ¿porqué no podía dejar de pensar en él?

HK:: ¡Oh, Junnie-ah! - sentí su voz más melodiosa que de costumbre, y es que así era él, su voz era sumamente melosa cuando me encontraba en mis peores momentos. - Entiendo como te sientes, Junnie-ah. Pero hay algo que todavía no ha captado tu hermosa cabecita. - mencionó aquello sosteniendo mi mano y señalando un costado de mi cabeza. - Junnie, sé que lo que sientes por Hyun Joong es algo condenamente hermoso, sé que él fue tu primer amor, y vaya que puedo corroborar ello. - pronunció sin soltarme la mano. - Pero aunque sea doloroso, tienes que dejarlo ir. Jung Min te adora, y no me digas que es un inmaduro. - bufaba a la par de pronunciar aquello. - mira que aceptar casarse con un jovencito que ama a otro hombre. Sólo porque él lo ama más que a su propia vida, dice mucho de él. - emanó una sonrisa ladina. Y es que pensar en Jung Min como un hombre, nos sería siempre extraño.

Jun:: Y-yo...

HK:: Scht. Ya, tranquilo. Sé que te impresioné, pero recuerda... - mencionaba mientras apretujaba mis mejillas fuertemente. - ...nadie te pedirá que olvides a tu primer amor, guárdalo en un lugar tan especial dentro de ti. Y ahora dale un espacio al que será el amor de tu vida.

El amor de mi vida. En eso se convertiría Jung Min.

Jun:: ¡Yua fuedes solthar mij mefillas, for favourr!

HK:: ¡Ay! Lo siento Junnie, te veías muy adorable de esa manera.

Jun:: Sí pero ahora me duelen las mejillas. - soltaba alaridos por el dolor facial. Después de todo, lo que Kiki me dijera era cierto.

HK:: Bien, creo que es hora de ir. ¿Estás listo?

Jun:: S-sí. Lo estoy.

¿Porque lo amo tanto?

[Jung Min]

SraPark:: Cariño, tranquilízate. Estás sudando muchísimo.

JM:: Mamá, no puedo. - respondí sumamente preocupado. ¿Y si se arrepintió? ¿O se dio cuenta de que no podré complacerlo? Dios, me daba vueltas la cabeza.

SraPark:: Vamos mi cielo. Junnie no sería capaz de hacer algo así.

JM:: ¿Y si... - no alcancé a pronunciar en cuanto vi a la única persona capaz de llevarme al cielo o al mismísimo infierno.

"No entiendo como las personas desean casarse, es algo estúpido Jung Min"

"No, no lo es."

En aquella ocasión Hyung Jun y yo habíamos ido a comer algo después del extenuante examen que habríamos tenido. Examen que por supuesto aprobé con la ayuda de mi entonces único amigo jovencito.

QUIZÁS EL MAÑANA NUNCA REGRESE OTRA VEZ (MINJUN, HYUNSAENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora