para andy, que seguramente cuando esta resfriada es super clingy como jiminnie.
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Jimin no lo soportaba más.
Jura que, si tiene que volver a levantarse para limpiar aquellos molestos mocos que se resbalan, cada cinco minutos, por su nariz, se la iba a arrancar y respiraría solo por la boca. Y hasta respirar es poco, porque aunque suene y suene, nunca siente que es capaz de pasar una gota de aire por sus orificios nasales.
Y pucherea. Trata de inhalar para no ponerse violeta y su garganta pica horrores, haciéndolo toser como si un serrucho le acariciara las cuerdas vocales. Siente que no las tiene, porque la inflamación es muy grande y sus amigdalas están tan hinchadas que ni la comida puede pasar sin que él frunza el ceño con desgarrado. Odia enfermarse, porque se vuelve dependiente y ahora mismo está solo.
Jungkook fue a trabajar muy temprano, abandonándolo con un beso en la frente. Ninguno de los dos sabía que Jimin tendría ese estado al despertar, la noche anterior solo tenía un poco de tos y una molesta rinitis. Su novio tampoco había notado nada grave, así que partió como todos los días. Pero no fue así.
Y ahora ahí está. Jimin con las manos en sus rodillas, sentado al borde de su cama, pensando que no tiene la fuerza para poner cada pantufla en el pie correspondiente. Pero tiene que hacer algo, tomar medicina, algún jarabe y buscar el termómetro, para saber si tiene la mala suerte de contar con algunos grados demás.
Agradece una y mil veces poder vivir en un departamento, sin escaleras que subir dentro, sin que sus piernas sufrieran más. Estaba un poco -bastante- acostumbrado al dolor muscular, estudiar en una academia de danza y ser profesor en la misma deja bastantes consecuencias en su anatomía, pero a él sinceramente no le importa, porque cuando reproduce la canción que practicó con tanto esfuerzo y dedicación, siente flotar y las molestias se van. Cualquier cosa se esfuma con sus movimientos, y Jimin piensa que no hay mejor terapia que hacer lo que te gusta.
Llega a la cocina replanteándose porque decidió salir con un chico tan alto, porque la bolsita de medicinas estaba en la alacena, arriba. Suspirando y con sus huesos sonando por algunos movimientos, abrió el cajón a sus pies, luego el de arriba y escaló hasta que sus deditos rozaron su objetivo. Bufa y con un poco mas de tenacidad, alcanza eso que busca. Baja la improvisada escalerita y se dirige a la canilla para servir un vaso de agua y tomar esa horrorosa pastilla. Cuando toma el jarabe para su tos, aliviado que sea de fresa, arrastra sus pies hasta la cama de nuevo, pero el cansancio que siente hace que se detenga en el sofá del living.
Entreabre sus ojos hacia el reloj para ver que son las diez de la mañana y que todavía faltan dos horas para que Jungkook vuelva. Se siente solo, quiere que su novio lo abrace y mime. Sus resfríos son los peores, porque se vuelve muy pegajoso y quiere que alguien lo cuide como si fuera un bebé, siente que hace una regresión y vuelve a tener ocho años. Y es que parecería ser que sus gustos de pequeño vuelven.
Algunas veces quiere merendar desde un biberón, o que le den puré de frutas, es demasiado quisquilloso y se ofusca, porque le gustaría volver a cuando hacían todo por él y no debía preocuparse por nada, solo en sanar. Pero admitir eso en voz alta sería un bochorno, entonces se abstiene de sus gustos culposos y cierra los ojos, pensando que un té caliente sabría muy bien pero ya no encuentra voluntad para levantarse. Le gustaría que Jungkook entrara de forma mágica y lo llevara en brazos, para envolverlo en mantas y luego acariciarle el pelo hasta que se duerma y todos sus malestares desaparezcan, pero sabe que no será así, porque posiblemente tenga fiebre y esté delirando entre realidad y deseo. Así que solo cierra sus ojos y espera que la calidez de su hogar lo siga cubriendo, hasta que se deja caer en sus sueños.
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lazy « kookmin
Short Storyjimin está muy enfermo, a jungkook no le queda otra que mimar a su novio.