Capitulo 4

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Han pasado meses desde que Albafica se quedó a vivir con Manigoldo y sus hijos, lo malo era que cada mes Albafica tenía que inventar una excusa para poder ir a dejarle el dinero a su padrastro.

- Manigoldo ahora vuelvo.

- a dónde vas.

- iré a ver la tumba de mi padre.

- ¿quieres que te acompañe?

- no gracias yo puedo ir solo.

- sabes siempre vas a ver a tu padre cada mes y nunca dejas que vaya.

- "maldición tal vez ya está sospechando" si no quieres que vaya a ver a mi padre entonces no iré y ya.

- no es que no quiera que vayas lo que no entiendo es del ¿por qué no me dejas acompañarte?

- tú vas a ver a tu difunta esposa y no me pides que vaya.

- si pero esta es mi esposa y es importante que no olvide su memoria.

- entonces mi padre no es importante- dijo Albafica con los ojos vidriosos- tu difunta mujer merece que la visites tu solo y mi padre no, no sabía eso acaso no puedo tener tiempo con mi padre a solas.

- no, yo no quise decir eso es solo que se me hace muy extraño que siempre lo visites.

- que ahora no puedo visitar a mi única familia.

- no, por supuesto que puedes visitarlas es solo que....

- ya entiendo- llamando la atención de Manigoldo- piensas que te engaño cierto.

- Albafica.

- no ya me queda claro piensas que soy una zorra verdad, es muy extraño que salga una vez al mes al mismo lugar, no sabía que tenía que tener pruebas para demostrar que digo la verdad- llorando mientras pone una mano en su cara- no soy una persona confiable claro como estuve con muchos hombres es difícil confiar en mí.

- yo no creo eso- abrazando lo- perdóname si siempre busco la forma de lastimarte, vete tu padre te espera- deshaciendo el abrazo y acariciando su mejilla- confió en ti.

Albafica beso a Manigoldo y salió de la casa, caminó por un buen rato hasta que llegó al cementerio busca la tumba de su padre, y le depositó unas flores para luego rezar un poco, más tarde Albafica salió del cementerio, camino por la calle un rato hasta que llegó a su antigua casa, abrió la puerta y entró.

- ya era hora, asumo que trajiste el dinero.

- entregando el cheque- ya me voy.

- oye no hay beso para papi.

- tú no eres mi padre- dijo Albafica en un tono frío para luego ser agarrado del cuello por su padrastro mientras este le rozaba la mejilla con una navaja.

- mide mejor tus palabras- rozando la mejilla de Albafica- no querrás que alguien le diga la verdad a tu amor o si- arrojando a Albafica al suelo- lárgate te espero en un mes.

Albafica salió de la casa y se fue hacia la de Manigoldo, entró a la casa en donde Manigoldo se asustó al verlo con el raspón en su mejilla, pero Albafica le dijo que no tenía de que preocuparse que el mismo se había raspado con su uña. Al día siguiente Albafica estaba limpiando la casa cuando alguien toco el timbre Albafica se acercó y abrió la puerta llevándose una gran sorpresa al ver quien era.

- tu qué haces aquí......Kardia.

Kardia no respondió y entró a la fuerza hacia la casa tomando a Albafica del brazo y llevarlo al cuarto de Manigoldo, Kardia se aseguró de que no haya nadie en la casa.

PadrastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora