Cap. 37. La Llegada

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Pov. Narrador

La familia Vulturi se encontraba en el aeropuerto de Seattle

Esme: Bienvenidos - dijo con voz dulce y tierna - es un placer tenerlos por aquí Aro, Sulpicia. - continuo mostrandoles una sonrisa dulce y maternal.

Aro: el placer es nuestro - dijo mientras tomaba la mano de Esme y depositaba sobre ella un beso para después saludar a Carlisle - Carlisle, amigo mío es un gusto saludarte - dijo estrechando su mano

Carlisle : el gusto es mio Aro, Sulpicia bienvenida - dijo tomando su mano para hacer lo mismo que Aro hizo con Esme.

Esme : Jane bienvenida, que preciosa estas, lo que escogió Alice para ti, te quedará perfecto

Jane: gracias, un gusto verla señora Cullen - dijo jane intentando mostrar emoción en su respuesta mientras inclinaba la cabeza.

Aro: ella no está muy feliz con la decisión

Esme : no te preocupes, ya veras que pronto te acostumbrarás al lugar, además de que estoy segura de que mis nietas te ayudarán

Jane : gracias, espero que así sea - dijo con una media sonrisa sincera

Esme: Alec, bienvenido que gusto verte - dijo dulcemente

Alec : el gusto es mio - la miro y le dedico una sonrisa.

En respuesta, Esme le sonrió y se acercó a él para abrazarlo, Alec un poco asombrado correspondió al abrazo de esme.

A Alec se le hacía un poco de extraño cómo Esme podía demostrar cariño por ellos que tiempo atrás habían intentado matarlos y era verdad qué Esme era muy cariñosa y era imposible que guardará algún rencor sin duda Esme era una de las pocas personas que sabían perdonar sin guardar rencor alguno.

Después de ese abrazo Alec se había transformado en un tierno y sonriente chico demostrando que no había rencor, que en lugar de su habitual actitud fría y malvada, ahora en verdad podría empezar a jugarse su papel como humano.

Aunque sabía que para Jane sería sin duda difícil y en verdad agradecía que estuviera haciendo todo esto para que el estuviera cerca de su Tua Cantante.

Carlisle : creo que ya es hora de irnos, para enseñarles la casa que diseño Esme para que vivan en ella - dijo tomando la mano de Esme.

Mientras que con la otra mano hacia un ademán indicando el camino a los nuevos habitantes, durante el camino hacia el estacionamiento del aeropuerto, mientras Esme no dejaba de ver su celular.

el pequeño ángel de Rosalie y Emmett Donde viven las historias. Descúbrelo ahora