Capítulo dos: Munakata

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-Mikoto, no te vayas demasiado lejos. -

Advirtió Rei'si quien se encontraba sentado en el pequeño escalón de madera del templo, el cual daba hacia el enorme patio del mismo. Llevaba un buen tiempo tratando de tocar la flauta traversa, pero cierto demonio frustró sus intentos una y otra vez hasta que su interés se dirigió a una rana que no dejaba de saltar por todo el jardín.

-Tiene mucha energía para ser tan pequeño. -

Resonó en la mente del joven de cabello azul, realmente era extraño tener a aquel niño con ellos, aunque, en realidad, él era quien debía encargarse de cuidarlo. Nadie hasta el momento se había acercado a la criatura y, por ende, tampoco a Munakata, pero eso no era algo que le molestara.

-¡Vaya, vaya! Así que los rumores son ciertos~ -

De repente, una voz familiar hizo eco en los oídos de Rei'si, obligándolo a girarse un poco para dirigir su mirada a la persona que se presentaba al patio del templo.

-Totsuka-kun, bienvenido de vuelta. -

Con una sonrisa muy leve recibió al muchacho de cabello castaño claro. Totsuka Tatara, un joven bastante alegre con quien, si bien no compartían demasiados recuerdos, siempre se podía pasar un buen tiempo. De ojos color café, vestía una yukata de color rosa pálido que, a simple vista, parecía ser blanca, y una hakama de color marrón claro, sin ningún estampado en particular.

-Gracias, es bueno estar aquí otra vez. -

Dio una pequeña reverencia, con cierta gracia en sus movimientos, aquel chico era muy amigable, generalmente se ganaba la confianza de todos muy rápido.

-¿Qué te trae por aquí, Totsuka-kun? -

Inquirió Munakata mientras se ponía de pie, sosteniendo su flauta traversa con la mano derecha.

-Vine a verte~ -

Respondió con una sonrisa amplia y encantadora, tan propia del muchacho.

-Desde que llegué aquí, sólo he oído tu nombre~ El nombre del gran capitán Munakata Rei'si quien ha traído al templo una criatura temible y despiadada que nadie tiene el valor de ver: un demonio~ -

Agregó con notable entusiasmo, era la primera persona que se atrevía a acercarse para conocer al niño de ojos amarillos y a Rei'si no le sorprendía, pues Tatara era conocido por no temerle a los peligros que lo rodeaban, era bastante imprudente en muchos casos.

-Ya veo, así que eso te trajo aquí. -

Comentó mostrando una sonrisa más notoria, había acertado al pensar que el castaño estaba allí para ver al pequeño.

-Bien, puedes conocerlo, se llama Mikoto. -

Añadió al mismo tiempo en que se giraba un poco para quedar mirando en dirección al jardín, aunque sus ojos estaban cerrados.

-Me encantaría, pero… Creo que no será posible si no está aquí. -

Soltó una pequeña risita y señaló el patio vacío pues el pelirrojo ya no se encontraba allí.

-¿¡Qué!? -

Miró en dirección hacia donde le indicaba Tatara y comprobó así que el chico de cabello rojo había desaparecido.

Mi pequeño demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora