약속(Promise) ⇴ Park Jimin ⇴ Oneshot

≈Único≈

"Él siempre ha dado todo de sí, siempre ha querido ser el mejor bailarin, el mejor cantante, la mejor persona. Pero ¿Qué ha resibido a cambio? Insultos, malos tratos y amenazas.

Jimin ha sido una parte fundamental de mi vida, me ha ayudado ha superar esa baja autoestima que tanto me había afectado. Logró lo que muchos habían intentado hacer; amarme a mi misma.

Cuando lo veo bailar arriba del escenario, es como si flotar a sus pasos son tan ligeros y armoniosos qué, sin duda alguna, me hace dudar que sea un humano. No, Jimin tiene que ser un precioso ángel que Dios nos mandó, que lo destinó a mi. Me siento tan afortunada de poder estar a su lado, de poder ser esa persona que él eligió.

Pero me duele, me duele ver esas lágrimas rodar por las tiernas mejillas de Jimin cada que se siente frustrado, cada que personas ignorantes lo lastiman con sus palabras hirientes, cada qué él se siente tan poca cosa. Porqué él está equivocado, él es todo para mí, incluso puedo asegurar que más personas piensan como yo.

Jimin, una persona que se preocupa por sus amigos, por su familia, por todos, él es una persona realmente buena que se merece todo lo mejor. ¿Qué puedo decir? Estoy enamorada. Sí, enamorada de ese hombre qué, en un principio, lo pensé tan lejano.

Tuve suerte, y mucha, pero ¿está bien estar a tu lado? Supongo que sí. Estar a tu lado me ha hecho la persona más feliz del mundo, pues me dejas ver todas tus personalidades, las buenas y las malas, pero ¿sabes qué? Yo te amo igual, con defectos y virtudes, pues eres el amor de mi vida.

No puedo decir nada más, pues estoy agradecida con la vida.

A pesar de los problemas, nosotros lucharemos, y cuando te sientas mal, yo estaré a tu lado, apoyándote en todo, porque eres la persona más importante para mí.

Atte; tu novia."
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Terminó de leer Jimin. Una sonrisa en sus labios haciendo que sus ojitos se cerraran un poco, sus mejillas sonrojada.

─¿Lo escribiste para mi? ─

─Claro, eres mi novio que tanto amo ─

─Tus palabras son realmente hermosas ─ la mira, la atrae hacia él mientras besa su cabeza. ─Gracias ─

─No tienes porqué darme las gracias, solo estoy escribiendo algo que siento ─

─Aún y así ─ acarició su cabello castaño, Jimin suspiró. ─Realmente siento mucho hacerte ver mis malos ratos ─ ella niega lentamente y se separa de él para poder verlo.

─Estoy feliz de que me dejes ver ese lado tuyo, pues con eso se que confías en mí ─

─¿Cómo no confiar en ti? Eres la razón de que sonrió cada día, eres mi motivación para seguir adelante cuando me siento cansado ─

Jimin la miraba con tanto amor en sus ojos, los cuales brillaban con intensidad. Ambos se amaban, desde esa vez en que se miraron en esa cafetería. Jimin había salido solo a comprar una bebida, cuando entró, chocó con una preciosa chica. Parecía una escena tan cliché que casi se ríe de eso, pero no podía siquiera decir algo, pues su mente había quedado en blanco al encontrarse con la mirada de la chica frente a él.

Fue amor a primera vista, tan cliché, incluso en historias se podía leer eso, chicas pidiendo cada día que algo así les pase, Jimin solo quería una bebida, pero terminó encontrando el amor.

Incluso los chicos se habían reído un poco de él cuando les contó tan extraña situación. Pero a él no le importó, pues en su mente sólo estaba ella. Después de ese pequeño accidente, cada día fue a la cafetería a comprar la misma bebida, con la esperanza de encontrarla de nuevo; aunque el sabor de esa bebida no le gustaba en absoluto.

Y el día llegó, ella entraba a la cafetería, se veía tan agitada, vio como corría con unos libros en mano y su cabello alborotado. Sus pies no parecían coordinar bien, pues ella tropezó haciendo que sus libros cayeran al suelo. Jimin se apresuró para ayudarle, y de nuevo, sus miradas se conectaron.

Tan brillante.

Tan hermosa.

Tan linda.

Jimin había sentido como su corazón latia tan rápido que parecía que le daría un ataque en cualquier momento.

Y no perdió la oportunidad, le compró un café.

Le pidió su nombre.

Y, ¿por qué no? Él tentó la suerte, pidió una cita.

Ella sabía quién era, pero no tenía tiempo siquiera de parecer una fan loca, no, ella declinó su tan buena oferta. Ella sabía que más oportunidades como esa jamás volverían a pasar, pero ella tenía algo mucho más importante que hacer.

Ella lo lamento y se disculpó, Jimin se había sorprendido. Pero no importó, Jimin siguió yendo a la misma cafetería, tanto que se volvió un cliente frecuente. Pero ella no aparecía, fueron largas semanas en las que Jimin gastó una gran cantidad de dinero en bebidas que no le gustaban, pero que tenían un significado.

Jimin se prometió tener paciencia, seguir yendo al mismo lugar por un año si era necesario. Pero no tuvo que esperar más, ella volvió a aparecer en la cafetería, era la tercera vez que la veía, y rayos, a su mente llegó ese dicho, 'la tercera es la vencida'.

Lo volvió a intentar, habló con ella y la invitó un café, esta vez ella lo aceptó más tranquila. Ambos hablaron por un largo tiempo, un tiempo que fue insignificante para ellos. Y ahí todo empezó.

Pequeñas citas.

Pequeños detalles.

Pequeñas confesiones.

Todo eso dio camino a un gran amor.

─¿En que piensas? ─ preguntó ella.

─En lo afortunado que fui en conocerte─ ella sonrío cálida.

─Fui yo la afortunada, tuviste tanta paciencia al esperar por mí ─

─Las mejores cosas siempre tardan en llegar ─ Jimin sonrió, subiéndolo a su regazo. ─Aunque tardaste un poco ─

─Lo siento ─ sonríe ella acariciando la suave mejilla de Jimin. ─No volverá a pasar ─

─¿Es una promesa? ─

─Lo es ─ asintió.

─Te amo ─

─Y yo a ti, no sabes cuanto ─

Ambos mirándose con un profundo amor, se besaron hasta agotar el oxígeno. Porque su amor iba más allá de las palabras, más allá de las apariencias, su amor era una promesa eterna.

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Pequeño Oneshot de mi querido Jimin.