Ligeramente tuya

frágil

"Corre con tu inocencia" qué tonta fui. No debí dejarte ir. No debí dejar ir el olor de tu piel después de haber pasado roces con la mía. Después de conocer lo frágil que podías llegar a ser con un cuaderno y una pluma. Después de conocer cada rincón de tu mirada y el cambio que hubo en ella al pedirme que me quedara. 

Después de enamorarme profundamente de las rayas de las palmas de tus manos, y la suavidad de tus dedos al sentirlos en mi vientre. Pero aun así lo hice, alejé al único elemento que lograba apagar voces repetitivas dentro de mí y modificar inseguridades impregnadas.

He perdido la cuenta de las veces que he llenado esta libreta de lagrimas plasmando mis sentimientos por ti; lagrimas que se fueron profundizando al pronunciar tu nombre lucen jóvenes al recordar tu imagen tarareando esa canción que te hacía vibrar al salir por la puerta.

Las ultimas semanas dormí mirando fotos que tomé aquella tarde cálida recostada en tu pecho con una sonrisa de ensueño, queriendo volver eterno ese momento. Lo hacía al pestañear para que en mis pesadillas de 2:34 am te manifestaras con tus frías manos sobre mis mejillas pronunciando que todo estaría bien. No importaba si no notabas los rizos alborotados que llevaba por ti, o si el olor de mi perfume cambiaba. Ahora era más rancio. 

No pedía un regalo de máxima aportación, sino que algo me oliera a ti. 

Pero al despertar en la mañana siguiente, me prometo esta vez sí sanar.

Siempre voy a amarte.

Hoy te imaginé, extasiada mientras miraba a través del corredor, tal vez y corría con suerte. Pero dando pasos rápidos te encontrabas, con la mirada un poco alzada y tu carita lucía entusiasmada, ésta vez brillaba por alguien más. 

Otra persona, belleza que camina, incluso desarreglada parecía, pero sin duda, la moza por la que siempre soñaste y ahora recostada en tus piernas acariciarías.

Desvíe la mirada, iba a caerme arena fina en los ojos provocando el llanto en ellos, recordando que prometiste que siempre sería tuya.
Tal vez en otra vida.

Te he perdido para siempre, pero realmente luces feliz.
Me libero de ti.