"Capitulo 1"

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Hacia seis años que no sabia nada del, que no lo tenia delante, al menos no menos de un metro de distancia entre los dos. La ultima vez que estuve con el en en mismo sitio fue en el instituto con dieciséis años y voy para los vente y tres.

Nuestro "historia ", si se le puede llamar así, empezó en primero de instituto, cuando yo aun no sabia lo que era querer ni amar a alguien de verdad. Ambos nos enamoramos a primera vista pero era muy cabezotas los dos. El se llama Suso.

Durante el primer año y el segundo me hizo las clases insufribles pero divertidas. En la hora del gimnasio era siempre ir a por mi. Nunca me daba descanso, pero al irse para casa, antes de montar al bus siempre me decía "Rubia, te quiero". Y así con la tontería me fue enamorando poco a poco hasta no poder más.

Durante el tercer año era un sin vivir. Cuando yo quería estar con él, pasaba de mí. Cuando el quería estar conmigo, pasaba yo del. Así durante un curso entero. El chiste acabo de la misma manera que cuando te metes en la ducha sin mirar como esta la agua, o cuando te tirar en la agua en la playa y tampoco la pruebas para saber si esta frio o no. Pues se acabo todo cuando el se fue con una de un año mas. Cuando me enteré me arrepentí de todo lo que no hice con el por tonta y por no quedar como una arrastrada. Pero también me arrepentí de perder el tiempo con el. El dolor que yo sentía me hacia no querer levantarme de cama. Pero todas las mañanas ma levantaba y me comía ese dolor y iba a clase.

Pero todo mejoró el verano de ese año, cuando un dia durante las fiestas del pueblo nos encontramos y me dijera que ya no estaba con la chica. Ese día me alegrara tanto que no me lo daba creído. Nos fuimos de la fiesta para la playa y estuvimos hasta las tantas de la madrugada besándonos y mas besándonos. No hicimos otra cosa, ya que yo por ese entonces aun no me entregara en bandeja.

Pero la felicidad me duró bien poco. Al día siguiente mi mejor amiga me dijera que volviera con la novia. De hecho no sabia con certeza si lo dejara con ella. Mi mundo se me volvió a caer encima. No lo volví a ver hasta el inicio de curso.

Durante el cuarto curso me guarde las distancias con el, no quería saber nada del. No lo quería ver delante en ningún momento, pero no me quedaba otra. El hacía de todo para que le hiciera caso, sinceramente me costó mucho no reirme a veces con sus tonterías. Pero al momento pensaba en lo que ha hiciera y ya me ponía tan seria como la pata de un banco.

Me costó dos años volver a confiar en los chicos. Estuve un año con mi ex, pero no funcionó, me la jugó con una del pueblo. Luego me fui del pueblo un año si ve ir de paso ni nada. Hablaba por teléfono con mis padres pero en todo ese año no me acerqué para nada al pueblo.

Luego de todo esto, tres años después, y seis años desde el instituto, me encuentro encerrada en el baño de mi piso con un test de embarazo en la mano. Todo sucedió un par de semanas antes.

Mis amigas de la uni y yo salieramos de fiesta. Y de sorpresa me encontré con Suso en la discoteca. Al principio no le hice caso pero después de dos horas invitando a copas al final cedi a hablar con el. Me pidió disculpas, me prometió que me lo iba a compensar. Que se odia por dejarme marchar... Y mucho más. Poco a poco la barra do de estábamos se llenó de gente haciendo que nos juntamos y no cabiera ni una aguja entre los dos. Entre las copas de más y la tensión que siempre hubo entre nosotros pues no empezamos a besar como locos. Salimos de la discoteca y me llevó para su piso. Ya ahí fuimos capaces de resolver la tensión sexual que teníamos pendientes desde el Instituto.

Ahora me doy cuenta de que junta alcohol y tensión sexual de hace seis años no dan una buena combinación. Todo esto resulta a no tener cabeza y luego a arrepentirse de las cosas que se hizo la noche anterior.

La regla se me retraso una semana debido a que siempre me viene puntual desde hace un par de años.

MIS PRINCESAS. // Escribiendo //Where stories live. Discover now