CAPITULO 52

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DECLAIMER: Como saben ninguno de los personajes del magnífico anime y manga INUYASHA me pertenecen, pero la historia es completamente mía, así que cualquier tipo de plagio está prohibido.

********AMANE2306********

LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS

CAPITULO 52

EL DIA D

Sintió un extraño calor en su pecho, una sensación de liviandad y libertad; veía pequeños destellos de luz pasar encima de sus parpados cerrados, no sentía su mano, aunque estaba haciendo el mayor esfuerzo por moverla; a pesar de que sus músculos parecían atrofiados ella no estaba preocupada, de hecho, se sentía muy en paz. Intento nuevamente mover cualquier cosa de su cuerpo y logro arrugar los ojos y abrirlos por un segundo en los que vio una increíble luz brillante de color blanco frente a ella.

Espero, y espero por lo que a ella le habían parecido horas, hasta que al fin de tanto abrir y cerrar sus ojos en intervalos cortos pero constantes, sus pupilas lograron acostumbrarse a la brillante luz y pudo ver al fin lo que le había estado cegando. Admiro un cielo de noche con estrellas tan, pero, tan brillantes que parecía otro mundo, las estrellas se unían a las otras con un manto parecido a una tela transparente color plata y violeta, era lo más hermoso que había visto al menos en su vida humana. "¿Estoy muerta?" fue la pregunta que la invadió, no estaba enojada, ni temerosa, de hecho, se sentía tan en paz que ese sentimiento casi podría pasar por felicidad.

De pronto escucho el fuerte rugido atronador de un rayo que partió el manto estrellado por un segundo. Y la lluvia cayó sobre ella; por supuesto, esperaba las gotas frías y punzantes, sin embargo, eran cálidas como lágrimas.

Fue entonces que se dio cuenta de que ya podía mover sus extremidades, intento sostenerse de sus codos y erguirse un poco, cuando el resultado fue positivo se levantó sobre sus pies y una sonrisa la invadió cuando se dio cuenta de que su cuerpo no pesaba casi nada, era casi como flotar. Intento caminar y el resultado fue el mismo, dio una vuelta sobre sí misma y al fin noto lo que sucedía algunos metros lejos de ella. Su cara se ensombreció cuando recordó lo que había pasado. Frente a ella se encontraba Yakko, peleando contra la bestia de Ryu y de espectador un furioso Inuyasha.

Bajo la mirada a su propio cuerpo y se dio cuenta de sus ropas manchadas de sangre. Se toco buscando la herida mortal, pero su corazón parecía estar ahí, golpeaba relajadamente en su pecho.

Avanzo con cuidado hasta donde la tierra tenía un enorme cráter y vio más cerca ha Inuyasha justo al lado de su cuerpo tirado, como si la estuviera protegiendo. Ahí se vio a si misma tendida en el suelo ¿muerta?, no estaba segura, verse a sí misma en tal estado debía ser triste, aunque realmente no podía sentir nada más que paz y una sensación de flotar.

Se arrodillo al lado de su cuerpo e intento hallar algún sonido desde aquel hueco sangrante en su pecho, y lo hallo. Un golpe ligero que se detenía y apagaba en varios intervalos largos de tiempo. Cada vez que se detenía de su palpitar ella se sentía más ligera, casi como si el viento pudiera llevársela.

Miro a Yakko detenidamente, sintió su cambio, la bestia de Sesshomaru había crecido en un tamaño monstruoso que nunca había visto, era simplemente increíble que ni siquiera pudiera ver su rostro por la altura que tenía, simplemente apreciaba sus patas y su cola que sostenían su cuerpo en una fuerte arremetida que parecía haberle querido dar al dragón que ahora se veía dos veces más pequeño que Yakko.

Se sentía extrañamente tranquila, y eso la incomodaba. Algo estaba mal, y ella quería que esa paz que la embargaba como un anestésico desaparezca de su cuerpo. Ella no podía sentirse relajada, pero lo hacía.

LA MIKO DE LAS CUATRO ALMAS #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora