Truly, madly, deeply [Voltron one-shot]

Truly, madly, deeply.

Songfic con OoC extremo (Out of Character/Fuera del personaje), si no gustas, no leas, por favor.

Personajes de:
Voltron: Legendary Defender. 2016-2018©
Netflix.©
DreamWorks Studio Animation.©

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"¿Estoy dormido, estoy despierto o algún punto entremedio?
No puedo creer que estés recostada aquí junto a mí
¿O soñé que estábamos perfectamente entrelazados?
¿Cómo las ramas de un arbol, o las entrelazadas de una vid?"

Krolia parecía brillar bajo la dulce luz que lograba colarse por la cortina desgastada de la habitación. Robert, con ojos bañados en amor, barría lentamente el rostro de la mujer a su lado; su boca semi abierta por donde lograba escapar un hilillo de saliva que dejaba marcas en su barbilla, el cabello más alborotado que de costumbre y totalmente desnuda bajo las sábanas lo hicieron sonreír. Incluso con el gesto raro que hacía al dormir la encontraba perfecta. Su piel violeta resaltaba bajo las tapas castañas que cubrían su cuerpo, su majestuoso cuerpo. De músculos suaves y delicados, cernidos y elásticos que se tensaban ayer por el acto que cometieron a cabo.

Habían muchas cosas que Robert no se creía todavía; empezando por el hecho de que Krolia estaba en su cama, durmiendo plácidamente después de una noche lujuriosa en donde ambos decidieron volverse uno mediante sus deseos más oscuros y carnales, su instinto básico que los impulsó a terminar enredándose y ahogándose en el otro con placer, con sentimientos a flor de piel.

"Como todos esos días y semanas y meses que intenté robarte un beso
Y todas esas noches sin dormir y sueños dónde imaginé esto
Sólo soy el perdedor que finalmente consiguió a la chica"

Sin embargo y aunque suene tan fácil, Krolia no fue una mujer sencilla. El Kogane prácticamente casi se destruyó a si mismo en busca de conquistar a la mujer que ahora reposaba ahí, en su cama. Reiteradas veces buscó ayuda en sus compañeros bomberos, más estos siempre reían un tono más alto cuando él volvía a comentarles que había fallado en su misión de atraer a la fémina extraterrestre. Aunque claro, sus amigos no tenían idea de esto último.

Tal vez por esa razón, encontraba que la mujer a su lado era solo una ilusión que su traviesa mente había creado para burlarse de sí mismo, pero era todo lo contrario: aquel cuerpo reposando junto al suyo estaba a solo dos centímetros lejos de las yemas de sus dedos. Luego de tantos fallos, de fracasos y noches en donde debía de salir a darse algunas vueltas por el insomnio que le creaban sus imaginaciones, lo había logrado. Había tenido a Krolia solo para él, y eso lo convertía inmediatamente en el hombre más feliz del mundo. Quería salir y gritar que al fin lo había logrado, que había sido aceptado por la mujer la cual él estaba vuelto loco; sin embargo, solo pudo enderezarse y quedarse sentado en el borde de la cama, escondiendo su rostro tras sus amplias palmas, todavía sin tragárselo del todo.

"¿Debería poner café y granola en una bandeja y llevarla a la cama?
¿Y despertarte con todas las palabras que todavía no te he dicho?
Y toques tiernos, sólo para mostrarte cómo me siento
¿O debería actuar desinteresado como si no fuese la gran cosa?"

Su mente comenzó a barajar opciones de lo que podía hacer para despertarla. Claro que también estaba la opción de que ella se despertara por si misma. No importaba como fuera: cada una le causaba pánico. Primero estaba el como debía de actuar ante ella luego de acostarse, porque sí, tuvieron directamente sexo. Uno maravilloso, uno que le hizo sentir una explosión de sensaciones llenadoras que se crearon en su corazón y se expandieron como fuego abrazador y candente por cada nervio, causándole escalofríos de la más pura y natural exitación.