MONSTER

46 3 0
                                    

Te echo de menos.

Lo que daría por volver a ver tu sonrisa.

Pero no, todavía no puedo...

Créeme, lo he intentado. He intentado innumerables veces salir de esta cárcel. Huir y no volver jamás para, al menos, volver a verte una última vez.

Pero me es imposible.

Parece que, al fin y al cabo, este poder sobrehumano no será tan beneficioso como tu decías.

Me acuerdo perfectamente... Recuerdo aquel día en el que descubrí mi don. Te lo ocultaba, tenía miedo de que no me aceptases al ser diferente. Pero, como se suele decir, al final la verdad se acaba sabiendo, ¿no?

Recuerdo tus palabras, las cuales todavía resuenan en mi cabeza. Me dijiste: "cielo, no pienso dejarte por ser diferente. Además, lo diferente te hace único. Y eso es algo que hay que proteger".

Katherine... pase el tiempo que pase, te seguiré llevando en mi corazón.

Cuando me atraparon me sentía asustado, pero no por lo que me iban o no me iban a hacer, sino por lo que te harían a ti. Me aseguraron que nada, pero nunca me lo llegué a creer.

Y ya, después de aquello, me encerraron aquí. En este infierno en el que cada día me someten a pruebas cada vez más dolorosas para demostrar mis habilidades.

Nunca imaginé que acabaría así: soportando un sufrimiento cada vez mayor día a día con la esperanza de que, algún día, pueda volver a tener a mi lado la única razón por la que sigo vivo.

Ya no puedo más. Necesito verte.

Definitivamente hoy me escaparé para volver a tenerte a mi lado. Y si te fuiste con otro hombre, no te juzgaré. Yo también lo habría hecho después de haberte abandonado de esta manera. Aunque tú digas que no es mi culpa, me siento culpable.

Allí estaba el General. "Es la hora" me dijo. Como todos los días, es la hora de la prueba de bombas.  Comprobaban cuantas bombas era capaz de aguantar antes de caer rendido.

Pero no me iban a llevar, no esta vez.

Le levanté del suelo. "Estoy harto de esto" le dije. Le lancé contra la pared dejándole inconsciente. Y seguí mi camino.

La guardia me acorraló dejándome sin salida. Pero eso no me impediría pasar. Tal vez estaba haciendo mal, pero el amor desata la locura.

Una vez me deshice de ellos, me dirigí a la salida.

Allí estaba. La salida de emergencias, símbolo de libertad.

Sin pensarlo dos veces, destrocé la puerta.

Lo que había allí afuera era un desierto, ni rastro de vegetación. Lo único que se podía percibir era el polvo levantándose por el viento.

Me recordaba a ti, porque pensé que siempre estarías ahí, como el aire.

No sabía por dónde empezar a buscar, pero no me rendiría, no ahora.

Pasaron días, semanas, meses, no lo sé, ya había perdido la cuenta. Durante todo ese tiempo estuve viajando sin descanso dejándome guiar por mi corazón.

Hasta que finalmente llegué. Ahí estaba tu casa, nuestra casa.

Entré rápidamente mientras gritaba tu nombre.

Pero no hubo respuesta.

Busqué en todas las habitaciones. Nada. Sólo quedaba la nuestra.

Entré. En ese momento se me vino a la mente todos los momentos que pasamos aquí. Pero no estabas...

Me derrumbé. No podía vivir ¡Quería morir!

Miré una vez más. Había una carta en la cama.

La leí.

Erik, mi amor,

 

Sabía que vendrías. Lo conseguiste. Les superaste a ellos y a ti mismo.

Por desgracia, para mí ya es demasiado tarde.

No puedo soportar el hecho de no poder verte, no puedo.

No ha habido ni un solo día en el que no haya maldecido aquella vez, cuando te separaron de mi lado y no pude hacer nada para evitarlo.

Tú eras mi vida, mi sol en días nublados o mi felicidad en días tristes.

Y sabiendo que estás tan lejos de mí y Dios sabe dónde y qué te están haciendo, no lo soporto.

Les rogué una y otra vez que me dijeran dónde estabas para que, al menos, pudiera verte una última vez. Nunca me lo llegaron a decir, pero me aseguraron que estabas bien. No me lo creí.

Sé que, de alguna manera, mi sufrimiento es el mismo que el tuyo. Así que se podría decir que estamos conectados.

Espero que siga siendo así después de haber escrito esta carta, cuando me quite la vida.

Al menos te volveré a ver arriba y, así, nada nos separará.

Por favor, sigue luchando.

Te amo.

Katherine

 

 

Te has ido. Te has ido y no te volvería a ver.

Entonces, ¿cuál ha sido el sentido de haber aguantado tanto sufrimiento?

Los momentos más felices de mi vida seguían ahí. Mis recuerdos y memorias ahora estaban vacíos.

Deseaba que desapareciesen. Que desapareciese todo.

Te fuiste. Y todo fue por mi culpa.

No me lo perdonaré nunca.

Lo único que puedo hacer para volver junto a ti es irme también.

Te prometo que seguiré luchando, pero no aquí...

 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 01, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MONSTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora