El martes Joel llego a la ciudad de México a bordo de un helicóptero suministrado por un amigo de su padre muy poderoso que también puso a su servicio a una enfermera.
El viaje no fue largo pero si bastante estresante y agotador casi extenuante, pero tampoco quería mantenerce lejos de la ciudad así que apenas callo la noche de aquel domingo en Acapulco se contacto con él y al día siguiente ya estaba todo listo. Bueno, casi todo, pero lo importante era que ya estaba afuera. Estaba muriendose del aburrimiento cuando el timbre sonó, quiso levantarse de la cama e ir atender, pero el dolor era tan insoportable que al tratar de levantarse se lastimó y le dolió un infierno. Joel prefirio quedarse en cama.
Cuando la enfermera fue atender se topo de frente con Adamaris.
—¿Si? —pregunto la enfermera.
Adamaris parpadeo y sonríe con calidez.
—Vengo a ver a Joel, soy una amiga —responde.— ¿usted debe ser la enfermera que llegó a cuidarlo, si no me equivoco? —le pregunta. Ésta asiente.— ah, soy Adamaris Gutierrez, un gusto —la enfermera acepta la mano que Adamaris le ofrece.
—Un gusto yo soy Ana Lopez. El doctor Joel no me avisó que tendría visita.
—Oh no es que el no lo sabe, quería... Sorprenderlo así que le pedí a mi hermano que me trajera y... ¡Aquí estoy! —le explica tratando de ser clara. Era un verdadero milagro que Alan hubiese aceptado traerla hasta el departamento de Joel y fue a un más que el portero hubiese reconocido a su hermano después de tantos años de no colocar un pie por aquel condominio.
—Oh entonces adelante, realmente es bueno tenerla porque necesitaba comprar algunas cosas, ¿usted podría cuidar al señor mientas voy a...?
—No se preocupe y vaya con cuidado —la interrumpe.
Ana le sonríe agradecida y sale del departamento cerrando la puerta al salir.
—¡Ana!, ¿quién a llegado? —grita Joel.
Adamaris siente su corazón acelerarse y se permitio dudar. ¿Realmente estaba a solas con Joel? Sintió escalofrios.
Nunca habia estado en el departamento de un hombre; tampoco era como si Alan se lo permitiese, ni con Pablo- el hermano de Mónica- Alan era flexible aunque ya iban para seis años de noviasgo, Alan vivía detras de ellos.
Era casi asfixiante la manera en que veía a Pablo cada vez que éste iba a casa. Ahora entendía que su hermano tal vez siempre desconfio de él y tenía razón, Alan siempre tenía razón.
Adamaris dejó sus pertenencias en el mueble mientras se aproxima hacía la único habitación que había en el departamento y de la que provenía la voz de Joel. Con el corazón en la mano asomó la cabeza por el pórtico topandose con su mirada. Éste se quedó estático al verla.
—¿A-adamaris? —pregunta, escéptico.
Adamaris entra a la habitación, sentandose al lado de Joel. Éste rapidamente agarra sus manos y las entrelaza sin contener la expresión eufórica en su rostro.
—Eres tu... pero, ¿cómo...?.
—Alan me trajo.
—¿Alan? —le pregunta escéptico. Adamaris asiente.
—Si, incluso desea que mejores pronto y se excusa por no subir, pero tenía una entrevista de trabajo.
—Oh, okey.
Se quedaron en silencio, aunque no por mucho tiempo.
—¿Cómo sigue tu pierna? —le pregunta rompiendo el silencio.
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Los Cambios En El Amor
RomanceAdamaris Gutiérrez es una mujer Mexicana que lucha constantemente por triunfar en un mundo en el que las medidas "90,60,90" exige constantemente una imágen perfecta y plastica. Algo muy difícil de conseguir por su apariencia. Ella, una mujer con so...