Mi Primera Paja - Relatos De Un Adolescente Cualquiera.

Mi primera paja

Estábamos de vacaciones familiares en Acapulco. Era el mes de julio de un determinado año.

Luego de varios días de tener días normales de vacaciones familiares (a veces un poco aburridas, si uno está en la adolescencia), pues un día de tantos, mi primo, 3 años mayor que yo, nos quedamos solos en la habitación del hotel.

Mi familia se fue a cenar, y nos dieron unos cuantos dólares para pedir a la habitación.
-¡Es genial sentir ese sentimiento de independencia en la adolescencia, es refrescante!

Mi primo tenía 14 o 15 años. Siempre ha sido abierto, cómico y era bueno con las chicas y me tenía confianza.

Luego de pedir la mejor comida del mundo a la habitación, y comer hasta quedar repletos. Mi primo empezó a buscar algún canal para adultos en la señal del televisor, pero lo más cercano que encontramos fue videos de mujeres en la playa, pero eso era suficiente para entrar en confianza y tocar temas más interesantes.

-Gerald, usted ya se travesea? Preguntó mi primo.

-Que? Cómo travesearse? No comprendo. Le respondí.

-hahahaha -se rió por unos segundos- o sea, usted no sabe que es cascaquearse? Hacerse una paja? Sobarse? Masturbarse? Tiene muchos nombres.

Cómo mi primo siempre bromeaba con cuánta cosa se le ocurría, no le hice caso a lo que él me decía.

-Gerald, te hablo en serio, hahaha, te voy a cambiar la vida, vea, hágame caso ... Vaya al baño, y se empieza a tocar el pene, cuando esté duro, de lo empieza a jalar para adelante y para atrás (mientras me hacía el gesto con su mano y un dedo de la otra mano).

Yo seguía incrédulo...

-vaya vaya... Y me cuenta cómo le va...

Pues le hice caso... Fui al baño... Bajé mis pantalones, empecé a estimular mi pene unos segundos hasta que tuve una perfecta erección. Ahora sí, toca jalarla según mi primo, ok - pensé en mis adentros. Soy sincero y no sabía cómo agarrarla, pero hice mi mejor intento. Luego de unos segundos, desistí. Subí mi pantalón y salí del baño.

-Allan (así se llamaba mi primo), nada. No se siente nada.

-hahahaha, usted no sabe lo que es bueno. Se lo pierde.

En fin... Ese día cambiamos de tema y nos pusimos a jugar video juegos, el día siguientes regresamos a Costa Rica.

Dos o tres días después, solo en mi casa, mientras me duchaba, me recordé de aquello tan supuestamente mágico que me había contado mi primo... Entonces, decidí volver a intentarlo con un poco más de actitud y empeño.

El agua tibia caía en mi espalda, empecé a manipular mi pene, ese día mi pene estaba más grande que nunca, lo agarre con confianza y empecé a realizar movimientos suaves y lentos que se iban volviendo más intensos y más rápidos...

Cada vez sentía la necesidad de apretarlo levamente más fuerte, hasta que de pronto empecé a sentir un poco más de satisfacción justo cuando el prepucio de mi pene pasaba por la parte baja de la cabeza de mi pene... Justo en ese punto es donde explotamos los hombres.

Seguí y seguí... Me paré de puntillas de forma automática y se sentí una explosión dentro de mi ser, que comenzaba en la parte trasera de mi cabeza y bajaba de forma acelerada por toda mi espalda y terminaba en mi pene..... Wow fue lo más rico que había sentido en toda mi vida... Grandioso, mágico y satisfactorio. Aún estaba un poco perdido y levemente mareado por haber sentido esa dosis extra de "cosquillas" internas combinadas con escalofríos por unos dos o tres segundos, pero siguientes para sentirse como nuevo.

Abrí mis ojos, apoyé de nuevo la planta de mis pies de forma normal(aún estaba en puntillas), me Vi el pene que aún seguí completamente grande y grueso con la cabeza enrojecida, peroooooooo

¿Que es estoooooo? Semen...(había escuchado hablar de él) era transparente y resbaloso. Se sentía bien la sensación de hacerle fricción entre el dedo pulgar y el dedo índice y sentir el semen entre ambos dedos. 

Estaba sorprendido!

Me limpie, salí de la ducha, fue a mi cuarto en paño, me saqué bien, me acosté desnudo en la cama, y repetí lo sucedido en el baño.

Agarre mi pene con ya con mayor convicción, y empecé hacer movimientos cortos, poniendo un poco más de presión con los dedos, en la el área inferior debajo del pene, seguí y seguí... Esta vez con mis ojos puestos en mi pene cabezón, para no perderme detalle de la eyaculación de semen.
Seguí y seguí empecé a sentir de nuevo esas pre cosquillas previas al orgasmo y en ese momento exploté y salieron tres deliciosos chorros de semen tibio que cayeron en mi abdomen.

Estaba sorprendido, pero el placer no me dejó pensar más allá, que cerré mis ojos y quedé profundamente dormido, con mi pene en mi mano y toda la cabeza de mi pene llena semen que seguía saliendo en forma de gotas de manera lenta hasta agotarse por completo.