- No rima - Mark sacudió la cabeza leyendo el papel por décima vez.
- Tiene harmonía, es bonito. No tiene siempre que rimar - Johnny observó la letra de la canción para ver cómo el menor se pasaba las manos por el pelo frustrado.
- Le falta algo, no sé el qué pero falta algo para que esté bien - farfulló el pequeño rapero.
- Vamos a dormir y mañana lo vuelves a mirar con otros ojos - le sugirió el mayor dándole un suave masaje en los hombros para convencerlo.
Con un vago asentimiento el pelinegro se levantó de la silla del estudio y camino de vuelta hasta los dormitorios.
Una vez llegó se metió directamente en el baño para darse una ducha. Su plan era lavarse con rapidez y dormir todo lo posible pero ese plan se fastidió en cuanto el agua caliente empezó a bajar por su espalda en cascada.
Apoyó la frente en la pared de la ducha y se permitió relajarse unos minutos mientras tarareaba la nueva melodía que estaba componiendo. Era una canción romántica y estaba teniendo demasiados problemas al sacarle la letra. Había escrito la letra entera unas cinco veces y nunca le convencía. El problema residía en que su cabeza siempre se iba a otra parte cuando debería estar centrándose.
Salió de la ducha aún tarareando, se secó sin mucho miramiento y decidió ponerse algo de ropa cómoda. No se veía capaz de dormir con la cabeza tan llena de cosas pero tampoco quería seguir embutido en esos jeans.
Frustrado, se acercó a la cocina en silencio para tomar algo.
La medianoche había pasado hacía un rato, podía escuchar a la perfección a sus miembros dormir profundamente pero a él Morfeo parecía no querer visitarle.
Se sentó en la mesa de la cocina mientras seguía dándole vueltas a su problema. Alcanzó un paquete de galletas que encontró y se metió un par de las pequeñas delicias chocolateadas en la boca. Sacó otras cuantas del paquete y las dejó en la mesa para comérselas a continuación.
Mientras masticaba se dedicó a mirar las figuras de las galletas. Parecían piezas, pequeñas piezas de un puzzle.
- ¿Hyung, cree que me queda bien este color de pelo? Sé que es su favorito - Mark solo sonrió a su menor mientras asentía.
- Yah, Hyuck devuélveme eso - pidió a voz de grito el rapero.
- No - protestó de forma infantil -, con esta sudadera me veo más bonito, hyung.
- Si tan solo pudiera pedir un deseo, hyung, todo cambiaría - le confesó con los ojos brillantes.
Mark sonrió ante los recuerdos con su menor. Últimamente Haechan acaparaba su pensamiento, un pensamiento que debería estar centrándose en componer.
Cogió una galleta entre su índice y su pulgar, sonriéndole con algo de tristeza.
- Así siento mi corazón. Él solo me da piezas y espera que ordene todo, sin saber si la imagen final será su amor por mí - suspiró con tristeza, comiéndose la galleta.
Casi como por arte de magia, el nombrado entró por la puerta frotándose los ojos con cansancio.
- ¿Qué hace despierto, hyung? - preguntó el menor con una suave sonrisa.
- Componer - farfulló mientras se comía otra galleta -. Ven aquí, Hyuck.
El castaño dejó el vaso de agua que estaba bebiendo en la encimera y se dirigió al pelinegro, una vez estuvo frente a él se quedó quieto unos segundos al ver que el mayor le indicaba que se sentara en su regazo.
- ¿Seguro...? - dejó la pregunta en el aire cuando Mark tiró de su mano hasta sentarlo él mismo en su regazo.
- Solo - tibuteó ante las siguientes palabras - déjame estar así un rato, por favor.
Donghyuck asintió, acomodándose en el pecho contrario.
- Que cómodo - susurró el castaño mientras enterraba la cara en el hueco del cuello del mayor.
Mark acariciaba la espalda contraria con suavidad, disfrutando de la tranquila respiración del menor.
- Si tan solo pudiera escribir todo lo que siento - murmuró dejando un beso en la cabellera castaña.