La parte más difícil fue darle la noticia a sus padres. Quedaron devastados, pues luego de tanto tiempo buscando a su niña, a la hija que les fue arrebatada a una tan corta edad, el destino -sin el más mínimo rastro de piedad- se la llevó para siempre.
El funeral fue duro, pero lo más triste fue ver sus fotos. Ella con una sonrisa espléndida que yo nunca había visto en su rostro, y él con sus grandes ojos brillantes que irradiaban esperanza. Pensar que nunca pude verla en todo su esplendor me apena, jamás tuve la oportunidad de escucharla cantar o si quiera tararear una melodía. Sin embargo, su canción favorita sonaba de fondo, así que intenté imaginarla, con una gran sonrisa como la de la foto y un atuendo tan espléndido como ella sola, cantando esa canción que probablemente escuchaba cada noche antes de dormir; y en ese momento pude sentirla junto a mí, con su mano en mi hombro susurrando que lo lograríamos algún día.
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El Secuestro de Anaís
Mystery / ThrillerQue te exijan y te traten como basura puede romperte el corazón. Sentir que no eres lo suficientemente bueno para hacer algo que amas, es devastador. Todo comenzó cuando esta bailarina de quince años salió de su instituto de danza con lágrimas...