Ya han pasado 7 años desde aquel día. Aun lo recuerdan bien.
Fue un 6 de septiembre del 2012.
Aun se encontraban en la misma habitación polvorienta de antes, aunque no todo era “malo”, en ocasiones daban sus escapadas para la dichosa “afuera”. Se colaban entre los empleados, admiraban en partes altas todo el progreso que se hacia en el set. Lo que a veces dolía, ya que durante esos 7 años su creador pudo cumplir la meta que tenia desde un principio, hacer el “miraculous” una famosa y exitosa serie mundial. Así fue. Es hasta ahora una de las series mas vistas y bien pagadas por varias televisoras, todo gracias a sus personajes y el trama que se lleva (aunque mas que trama es por los shipps tóxicos), ya todos los personajes del olvido sabían quien era quien. Todos estaban dolidos por el abandono de su padre… pero un en especial.Félix era a quien mas le dolió el abandono, como detestaba ver en escena a cierto rubio de ojos esmeraldas y personalidad amable, ese chico que lo remplazo al ser Chat Noir. El papel era suyo, ¿Cómo es posible que ese mocoso tuviera el papel? No tenia experiencia, no se le veía amor al personaje heroico, le parecía absurdo y tonto ver como ese pedazo de genio estaba perdidamente enamorado de una chica que no valoraba su verdadero yo. Estúpido.
Por el contrario, nuestra hermosa azabache contemplaba con asombro y animo a cierta heroína de Paris, a comparación de Félix, Bridgette se sentía feliz por su remplazo, se veía que le echaba muchas ganas cada día por hacer que su serie creciera, amaba a sus fans, era perfecta, solo que algo en lo que disgustaba de ella era su comportamiento con Adrien. ¿Qué tal difícil era hablar con un chico? Para ella nada, siempre trataba de dirigirse a su amado Félix, la pareja que Thomas eligió para ella aunque… eso de estarlo persiguiendo y que el la rechace le estaba cansando.
Félix era un chico encantador, si, pero muy arrogante, creído, se sentía el mismo Jesús guiando a sus pastores al camino del bien. ¡Eso arta! Diría ella, amaba su seriedad y sus secretos… pero la negación que le daba le costaba amarlo, era difícil dejarlo solo, ya que era su media naranja como muchos lo catalogan, a veces se preguntaba… ¿abra alguien que la me como ella amaría? ¿Habrá alguien mas que se sienta solo igual que ella? Lo dudaba.
Siempre era la misma rutina, agradecía que Thomas la dejara vagabundear por las instalaciones de los personajes principales y secundarios. A veces los visitaba, sin que ellos la vieran. Adoraba sus platicas y es que no podía estar con ellos debido a las reglas de Jeremy. Jamás veía a los personajes solos, todos estaban en un cierto grupo, los adultos hablando, chicos riendo, niños jugando… no… si había alguien que no estaba con todos. El… estaba solo.-Gabriel Agreste… -diría ella fijando su mirada a dicho diseñador quien se encontraba aislado de todos, como odiaba que por ser el villano de la serie le hicieran eso, todos menos Adrien.
Lastima que no podía acercarse a el, ordenes de Jeremy, fue al primero que le nombraron a Bridgette de quien debía cuidarse mas. ¿Pero por que? El era un ser humano (oh así lo veía ella). No negaba que su carácter ante todos era de que hablar y su ego como diseñador famoso y rico estaba de mas, pero aun así… era una persona.
Siempre era lo mismo con el, salir a escena, perder, volver a su vida, dormir… ¿Qué será estar a su lado? ¿La lastimaría tanto como Thomas lo hizo? Lo dudaba. Algún día se animaría a ir con el.-¿Otra vez viendo a ese perdedor? -diría una voz masculina para detrás de ella.
-¿Uh? -aquella azabache voltearía a ver a su contrario-Félix… ¿Qué quieres? -lo diría algo amable.
-Nada en especial… -aquel rubio estaría a su lado mirando al diseñador con desagrado- ¿esperas a ver como se muere o que?
Bridgette lo miraría algo molesta, odiaba que siempre le dijera de cosas cuando admiraba al diseñador solitario.
-No digas tonterías Agreste, no se porque te molesta tanto que lo mire -contestaría la azabache.
-Molesta ya que es una perdida de tiempo -se defendería el platinado- digo… ¿Qué le vez? No tiene nada, es simplemente un personaje que jamás debió existir, mi padre el verdadero Hawk Moth le enseñaría lo que es ser un verdadero villano.
-¿Y eso te pone feliz? ¿Qué tu padre sea odiado? -seguiría la azabache.
-Por lo menos seria odiado, no daría lastima… como el -señalaría el platinado al diseñador.
-El no da lastima!!!
-Si como digas… -Feliz se alejaría de ella dejándola sola.
La azabache suspiraría de cansancio, estaba harta de Félix y su actitud engreída, aun así no dejo de admirar al diseñador quien se estaba parando dispuesto a irse.
Ella sin pensarlo dos veces lo seguiría. Y así lo hizo. Lo siguió todo su trayecto hasta que por fin el diseñador entro a una habitación, su cuarto. Ella se quedaría parada admirando su puerta.-Gabriel… -susurraría ella acariciando la puerta, como le gustaría estar a su lado, pero no podía. Lo ultimo que hizo antes de partir fue dar un beso en la puerta y alejarse lentamente.
Como admiraba mucho al diseñador, desde que el fue creado ella estuvo al pendiente, fue al primero y único personaje que vio cuando inicio con sus primeros pasos. Aun recuerda lo torpe que era, ingenuo, tierno en ocasiones… lo extraña, extraña que fuera así.
¿Qué le paso? Pues… siente que toda culpa de su cambio tan hermoso de el fue por Emillie, como la detestaba, por culpa suya el se sentía culpable de todo lo que ocurrió, tanto así que forjo una actitud nada amigable, alejo a su propio hijo, a todos… sentía celos que Gabriel estuviese enamorado de alguien como ella… malditos celos.A comparación de lo que sentía por Félix, Gabriel era una pieza importante en su vida, no había día que no estuviera la pendiente de el, claro desde que Emillie ya no estaba. Ahora su único impedimento se llamaba Nathalie, pero algo bueno que dejo Emillie es que Gabriel no vería a nadie mas con otros ojos como la veía a ella.
Punto para ti Emillie, se decía a si misma, aunque desde un siempre lo supo, Gabriel y Emillie terminarían juntos, casados, como pareja, con un hermoso hijo que tendría su apariencia del diseñador y los rasgos faciales de la mujer actriz, una hermosa combinación, aceptaba que era así aunque doliera.
Aquella azabache se dirigió a la habitación 0, su habitación de todos los errores del programa, las fallas, las ideas olvidadas, proyectos que jamás debieron de ser creados, vaya es que… tenia varios nombres nada amigables que ya era difícil decirle uno en especial.
Al entrar simplemente opto por ignorar a todos los presentes, seguro Félix habrá llegado con el chisme como es costumbre y es que; todos la criticaban por ponerle atención a Gabriel, a acepción de Logan, padre de Félix, el antiguo Hawck Moth, pues sabia lo que era estar solo.
Mientras caminaba no dejaba de escuchar aquellos susurros que lo único que decían eran cosas negativas del diseñador de modas, algo así como: “Es un perdedor” “¿Cómo puede fijarse en alguien como el?” “Da vergüenza como ex heroína” “¿En serio Gabriel?” “Que bajo a caído” “Gabriel Agreste es un tipo malo” “Hay que dejarla… es solo una niña” “Que malos gustos tiene esa chicuela” ¡YA ESTABA HARTA!
Se dirigió a su habitación, el único lugar donde estaba mejor. Hace unas semanas Thomas se apiado de ellos y en ese mismo lugar les creo habitaciones, ¿Eran buenas? Pues… eran algo.
Se recostó en su cama mirando el techo detenidamente, como desearía haber sido ella quien haya sido elegida para el papel de la Ladybug que ahora todos conocen. Solo el imaginárselo le traía buenos recuerdos de cuando uso su primer traje como heroína, era hermoso, no tenia tantas manchas negras como la actual, cuidaba cada detalle, en el actual no, su cinturón de bolas amarillas… como adoraba ese cinturón, y esos aretes!!! Los aretes eran los mejores de los miraculous, incluso mas que el actual.
Su antifaz.. debía aceptar que era muy sencillo pero aun así no perdía el carisma de la heroína, no era tanta mota, mota y mas mota en el. Varias ocasiones sin que nadie se diese cuenta tomaba el traje y vagaba por las noches, era hermoso… adoraba ver Paris en su mágico esplendor.
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Mi hermoso error [Gabrigette]
Fanfic-¡¡El desastre soy yo!! ¿Es posible acaso que te sientas a gusto aquí, en este caos, en mi?- le pregunte a la pequeña azabache. -Si, definitivamente Gabriel- contesto ella dedicándome una sonrisa. En ese momento... perdi la razón. Estaba loca, joder...