Me encuentro otra vez en la misma escena, azotando violentamente la puerta de mi departamento para luego, siendo consumida por el enojo tirar algunos objetos del mueble de madera barnizada que se encontraba cerca de la entrada.
—¡Eres un maldito Kim SeokJin!—Grite a las cuatro paredes que me encerraban para luego como último hablar en un notable tono más bajo que demostraba que me quedaba sin energía.—que se pudran tu y tus amigos.
A paso rápido me acerque a la cocina para tomar una botella que se encontraba en la pequeña mesa en la cual solía tomar mi desayuno, tomé un vaso y lo llene casi hasta el tope de todo el vino que contenía anteriormente la botella para próximamente beber de un trago la mitad del líquido.
—No volveré a caer ante ti, no volveré a pedirte perdón con la mirada baja y mis manos temblorosas, esta vez serás tú el que venga arrodillado a pedir mi perdón y mi amor, mientras los otros hijos de puta copian tu acción y se humillan ante mí, siempre me vieron como una chica torpe y sumisa pero ya no más, todos ustedes caerán ante Min Hyesun. —Y acercando mis labios a una de las orillas del vaso terminé por tomar todo el líquido que le quedaba.
Empezando por ti Kim Seok Jin.