Just friends - Albalia

1. Los inicios

Alba POV:

Recuerdo ese 27 de Junio cuando por el grupo de clase dijeron que se habían publicado las notas de selectividad. Yo estaba algo nerviosa. Desde que tengo uso de razón he querido estudiar Bellas Artes ya que mi principal motor en la vida se basa en eso, pintar. Es por ello que elegí el bachillerato artístico, la cual cosa mi madre, que siempre me ha apoyado en todo lo que he hecho y decidido al largo de mi vida y, a diferencia de otros compañeros de clase los cuales habían tenido problemas con sus padres y familiares ya que se suele decir que este bachillerato no lleva a ningún sitio, que era mejor hacer el de sociales, que te habría muchas más puertas, me apoyó sin ningún problema.

Tenía miedo, aunque no sabía el porqué, ya que mi media de bachillerato era lo suficientemente buena como para poder acceder a la carrera de mis sueños en la ciudad de mis sueños, Madrid. Tenía que haber sacado más de un 9,5 para poder acceder a la UAM, la universidad en la cual quería continuar mis estudios, y aunque estaba casi segura que la había superado con creces, notaba igualmente unas mariposas en el estómago de los nervios, pues mi futuro se basaba en eso.

****Llamada entrante de María***

María Villar era mi compañera de clase y mejor amiga, un poco loca tengo que decir, pero un amor de persona. Estudiamos juntas todo el bachillerato, y teníamos planeado buscar piso juntas e irnos a vivir a Madrid en Setiembre.

-ALBAAA! -chilló- Que he sacado la nota para entrar en diseño gráfico en Madrid!. Se la notaba eufórica, sabía lo que le había costado conseguido sacar la nota para poder entrar en la pública, y esa noticia me alegró mucho.

-Qué bien María! -dije yo casi chillando de la emoción- Felicidades tía, te lo mereces, eres una luchadora.

-Y tú? Has entrado en Bellas Artes? -preguntó ella-.

-Pues no sé, ahora iba a mirarlo, estaba encendiendo el ordenador. Qué nervios tengo, madre mía.

-Alba, no te ralles, si he entrado yo en la mía, entras tú, eso tenlo seguro.

-No sé, ya veremos... No me cuelgues por favor -le dije angustiada-.

Mientras intentaba poner la clave para entrar en el portal donde se publicaban las notas, escuchaba a María, que no me había colgado aún, celebrándolo con su familia. La verdad es que me he emocionado bastante, a María siempre le había costado bastante estudiar y sacarlo todo, arrastraba siempre algunas asignaturas, pero se mentalizó de que debía sacarlas y se puso como nunca, hubo tres semanas que no supe nada de ella, se las pasó estudiando como una loca y, eso en María es muy raro, ya que es la típica amiga que se apuntaba a un bombardeo, salir de fiesta es lo que más le gusta del mundo, bueno, la cerveza es lo que más, aunque van en pack, ya que según María sin cerveza no hay fiesta y viceversa.

Por fin había entrado a la página que estaba colapsada, imagino por la cantidad de gente queriendo acceder a la vez. Estaba a un click de ver si mi sueño de ir a Madrid se hacía realidad.

......

-María!!!!! Qué he sacado un 11,8! -dije chillando-

-Qué dices Alba? Cómo coño has sacado esa nota? Eres increíble tía -dijo María con un tono de admiración-.

-Dios, dios, dios, necesito aire. Casi me caigo de la silla y todo de la emoción.

-QUE NOS VAMOS A MADRID! -dijimos las dos a la vez, estábamos que no nos lo creíamos-. Del salto que di y de la emoción que tenía colgué a María sin querer.

-Albaaaa?? Albaaaaa? Madre mía con esta mujer, y encima va y me cuelga, dejándome a mi sola chillando, no si al final será verdad tiene los ovarios más grandes de Elche. -dijo María al otro lado del teléfono soltando unas carcajadas-.

Al escuchar los gritos vinieron mi madre y Marina, mi hermana, corriendo a la habitación, las pobres se pensarían que me ha pasado algo.

-Mamá, lo he conseguido! -dije esta vez emocionada-.

-Hija no sabes lo orgullosa que estoy de ti -dijo mi madre con lágrimas en los ojos-. Sé lo que te ha costado conseguirlo, menuda hija tengo, Y CON UN 11,8!.

Me abrazó con todas sus fuerzas y al abrazo se unió Marina, que también se emocionó, parecíamos un cuadro las tres llorando.

-Te echaré tantísimo de menos -dijo Marina-.

-Y yo a ti, no sabes cuánto, pero me vas a venir a ver a Madrid siempre que puedas, ¿Me lo prometes, no? -dije yo aún con lágrimas en los ojos-.

-Bueno, no sé si voy a poder por tema económico, pero lo intentaré.

-Tu tranquila, que lo primero que haré al llegar será buscar trabajo y cada mes ahorraré un poco para poder pagar estos viajecillos.

Y nos fundimos las dos en un cálido abrazo. Sabía que la echaría mucho de menos, era como una mejor amiga para mí, pero necesitaba volar de casa ya.

******** 15 Setiembre**********

Y bueno, este es el piso, lo compartiréis con otra chica, que llegará en unos pocos días. Ahora os dejaré su teléfono, se llama Marta. Como iba diciendo, el piso dispone de tres habitaciones, un baño, cocina, comedor y terraza. -dijo el casero mientras nos lo iba enseñando todo-.

-Aquí tenéis las llaves, cualquier cosa no dudéis en llamarme. -Cerró la puerta y se fue-.

María y yo nos miramos flipando, no nos creíamos que estuviéramos ya en Madrid, a 2 días de empezar la universidad.

-Esta noche nos vamos de cervezas, ¿no? -Dijo la Mari mirándome cual cachorrito al que no puedes decir que no-.

-Bueno, primero deshagamos las maletas y luego ya veremos.

Al instante, nos abrazamos muy fuerte, durante un buen rato de manera que casi nos fundimos y pasamos a ser un solo ser.