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Marqué el número de Justin y lo miré varias veces antes de borrarlo. Bloqueé el móvil y continué andando hasta el hotel donde se hospedó la última vez.

NARRA JUSTIN:
Miré a Fredo y terminé mi cerveza.

-Tío llámala. -dijo mientras agarraba la copa. Negué.- Venga, lo estás deseando. Solo hay que ver la sonrisa de tonto que se te ha puesto cuando la has visto.

-No tío, está con su familia.

-¿Y qué? Seguro que está esperando tu llamada. -mi móvil comenzó a sonar y lo saqué del bolsillo. Miré la pantalla y sonreí levemente. Salí a la terraza del local y descolgué la llamada.

-¿Mía? -Su respiración parecía agitada.

-Eh.. Justin que... ¿molesto?-su voz era entrecortada y pude percibir que estaba llorando.

-No molestas nunca, enana. ¿Estás bien?-Un sollozo se escuchó tras el teléfono.-¿Mía? Mi tranquilízate... respira...  ¿dónde estás? Voy a buscarte.

-Estoy cerca del hotel donde te quedaste la última vez... -susurró bajo.

-Espérame allí, llego en dos minutos.

-Gracias...-colgó y fui dentro a despedirme de los demás. Agarré mi chaqueta y caminé hasta el hotel.

Mía me necesitaba. Estaba mal y había pensado en mi. Yo no podía dejarla tirada cuando peor estaba. Entré en la recepción y caminé hasta ella, que se encontraba sentada en los sillones del hall con los brazos apoyados en sus piernas y la cabeza agachada.

-Hey, bonita...- me agaché e hice que me mirase. Sus ojos acristalados hablaban solos. La acerqué a mi y la abracé. Ella se escondió en mi cuello y pude notar como se abrazaba fuerte. Besé su cabeza.- Vamos arriba... aquí no es buen lugar...-susurré y caminé sin soltarnos hasta el ascensor. Mientras el ascensor ascendía no hubo palabra alguna, solamente me abrazaba fuerte, sollozaba y yo intentaba tranquilizarla acariciándole.
Entramos a la habitación y Mía se paró enfrente de mí cuando cerré la puerta.

-Lo siento...-negué y sonreí un poco.

-No sientas nada, boba.-acaricié su mejilla. -¿Qué ha pasado...? -caminó hasta la cama y la seguí.  Nos sentamos en el borde de la cama y la miré.

NARRA MÍA:
Caminé hasta el borde de la cama donde me senté y seguidamente lo hizo Justin. Miré la habitación que ya me era familiar y suspiré. Justin me miraba atento. Podía ver en sus ojos preocupación hacia mi, y aunque estuviese en la mierda, me encantaba ver como Justin estaba ahí cuando peor me encontraba.

-He discutido con mi madre...-susurré y agaché la cabeza, mirando al suelo. -Ha vuelto a hablar con mi padre... como si no pasara nada, Justin. Como si no nos hubiese jodido la vida.-tensé la mandíbula y Justin llevó su mano a esta haciendo que le mirase.

-Relájate, Mía. Vas a ponerte mala... -susurró y se acercó más a mi.

Suspiré hondo y negué. -Según ella el amor está por encima de todo... que lo quiere y que lo que pasó no va a cambiar nada. Me ha dicho que yo no podía opinar porque me había largado... que era una cobarde.

Justin negó con la cabeza y acarició mi mano.

-Lo siento Mí pero... ¿puedes ser más concreta?- no podía ocultar más lo ocurrido. Justin necesitaba saber la verdad y yo necesitaba decirlo para quedarme aliviada.

-Nuestro padre nos estuvo mintiendo desde que yo nací...-suspiré. – Unos meses antes de que yo cumpliese los 21 nos enteramos de todo... había una tercera persona..- miré a Justin y frunció el ceño.

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2019 ⏰

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