Capítulo único.

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Namjoon sabía que lo que estaba haciendo era malo. Más sin embargo no le importaba, después de todo, le gustaba lo que hacía y no pararía de hacerlo.

Tener muchas fotos de su hyung, mientras haciendo hasta la más mínima cosa, en su habitación guardadas en una cajita con candado - y algunas colgadas en la pared de su habitación - estaba completamente mal, pero él no podía parar, no quería parar. Muchos lo llamarían obsesión, pero para él no era así. Se había enamorado, su hyung lo tenía comiendo de la palma de su mano. Él no tenía malas intenciones, solamente miraba las fotos cuando se sentía solo o cuando se sentía un enfermo... porque quizás, eso era lo que era en realidad.

Namjoon había visto a Jin por primera vez en una cafetería cerca de su universidad. Apenas lo vio entrar le hizo entender a sus compañeros de turno que él lo atendería y que nadie se acercara. Ese día Jin llevaba una sudadera rosa y unos jeans algo apretados que hacían que Namjoon se babeara, Namjoon nunca iba a olvidar la ropa y la expresión de su Hyung el día que lo conoció, para él ese era un recuerdo muy preciado. Cuando tomó su orden se dio cuenta de que su voz era tan dulce y hermosa que provocaba que su corazón se saltara un latido, hasta se entretuvo mirándolo antes de retirarse y tuvo que hacer una reverencia corta pidiendo disculpas, haciéndolo soltar una risita, una risita que encantó a Namjoon. Aquel fue el día en el que Namjoon supo que iba a tenerlo como fuera.

— ¿no crees que estás un poco obsesionado con Jin-Hyung? — dijo Jackson, su compañero, haciéndolo sobresaltarse y tirar su teléfono detrás de la barra, estaba tomándole fotografías a su hyung, mientras este bebía de su taza de café.

— No. Él es precioso, Jackson. ¿Lo has visto? — contestó llendo a buscar su celular y volviendo al instante para seguir con su trabajo.

— Si, lo he visto y no, no es precioso, mi novio lo es más. Sabes eso de sobra — dio por terminada la conversación caminando hacia la caja.
El moreno resopló, no es como si él lo entendiera. Él necesitaba a Jin-hyung y no descansaría hasta poder tenerlo como quería.

~ 🔆 ~

Cuando pidió su café y le dió una mirada al lindo chico que lo atendía siempre, fue a su mesa habitual y no fue hasta que se terminó su café que se dio cuenta que había un número y un nombre en su vaso junto con un "Se ve muy bonito Jin-hyung, llámeme cuando quiera"

— Namjoon — leyó el nombre y sonrió, sus mejillas dolían de lo grande que era la sonrisa que se formó en su rostro al leer la nota. Era bonito sin duda, pero no esperaba que el muchacho fuera a dar el primer paso. Tomó su teléfono y guardó el número, definitivamente iba a llamarlo.

Lo que él no sabía era que iba a desatar un caos.

~ 🔆 ~

Cuando Jin lo llamó, él saltó por todo su pequeño departamento antes de contestar. Hablaron por horas y quedaron de verse algún día, pero Jin no sabía que Namjoon lo veía siempre.

Lo tenía vigilado, conocía su casa, su familia y sus amigos. Conocía sus horarios, materias y profesores, conocía su vida incluso más que el mismo Jin, pero este no tenía ni idea.

Como es obvio, ellos comenzaron a salir y a frecuentarse, se besaron por primera vez después de la tercera cita, en un banco en el parque cerca de la cafetería en donde trabajaba Namjoon y se volvieron novios. Allí fue cuando comenzó su pesadilla.

Sus amigos ya no lo llamaban, ya casi no salía con nadie más que con su novio. Un día cuando buscó a unos de sus más grandes amigos, Taehyung, este le dijo que se alejara, sin darle ninguna explicación y dejándolo con la duda de que había sucedido para que sus amigos lo abandonaran. Empezó a sentirse mal y a no querer salir, pero al menos tenía a Namjoon para que lo reconfortara.

𝑃𝑖𝑒𝑑 𝑃𝑖𝑝𝑒𝑟 {𝑁𝑎𝑚𝑗𝑖𝑛}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora