Sentimientos en guerra

Ya no soy yo.

Al parecer nunca estamos preparados para perder a alguien, mucho menos a quien nos prometió nunca irse, a quien juró que no había nadie mas.

Pero ese día, el día en que vi como la abrazabas y sonreías con ella de la misma forma en que lo hacías conmigo, mi mundo se hizo mil pedazos. Estaba completamente indefensa, parada con la mirada fija en ti, viendo como tu amor se iba directamente hacia otra persona.

Luego, leí todos los textos que le dedicabas, todos acompañados de una foto suya, y si que es linda esa chica.

Un día, con la misma intención de hacerme daño, te pregunté si estabas muy enamorado de ella, dijiste que si, y mucho. Con lagrimas en los ojos seguí leyendo lo que dijiste de ella; parecía costumbre que cuando hablábamos primero me ilusionabas, y luego hablabas de alguien más, que gran forma de jugar conmigo.

Pero me da coraje, que a pesar de todo eso, sigo esperando que vuelvas, que me digas que todo eso fue mentira y que realmente sigues pensando en mi. Me gusta imaginar que somos felices, que aún me amas, aunque ahora el motivo de tu sonrisa solo sea ella.