Capitulo doce (Muy hot 7w7)

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Narra Alba

-Eres una flipada...- La dije riéndome -Si tantas ganas tienes de terminar esto, vamos a casa ya que te parece?-

-Si, vamos ya, creo que son mas de las diez ya- 

-Venga pues vamos Nat, tengo hambre y quiero ver que has echo de cenar- La dije agarrándola de la mano, dirigiendonos a la moto.

Nos montamos y fuimos directamente a casa, aparcando en la calle de enfrente, viendo salir del portal a María. Cruzamos el paso de zebra para dirigirnos a la puerta y ya de paso saludara María que estaba algo nerviosa.

-Mari, que haces a estas horas en la calle? Bueno no se ni para preguntarte si habrás quedado con Marta- Dije recapacitando mientras me reía.

-Ajam, he quedado a la once en la discoteca de la semana pasada, pero he querido salir media hora para ir... A tomar el aire- Contestó algo nerviosa.

-A tomar el aire...?- Pregunté confusa

Narra Natalia

-Miki me dijo que había quedado contigo, María- La dije guillandola un ojo.

-Ah si! Se me había olvidado, tengo que irme con Miki, gracias Natalia...- Respondió mientras reía nerviosa y se alejaba.

-Que rara estaba no crees?- Me dijo Alba, mientras metía la llave en la cerradura.

-Si si rarisima, venga vamos que tengo hambre- La respondí nerviosa mientras entraba ya en el portal.

-Oye, no me metas prisa morena- Me dijo dejando cerrar la puerta mientras me seguía subiendo las escaleras, a lo que yo no respondí ya que estaba con el movil.

La Marii

He dejado la sopa ya hecha y he puesto velas y eso, todo muy cursi, pasarlo bien y para cuando vuelva, no quiero oir gemidos vale? te kiero tia

La conteste con un te quiero también mientras esperaba a que Alba abriera la puerta, y cuando la abrió la tapé los ojos rápidamente, poniéndola las manos en los ojos mientras la guiaba a sus espaldas.

-Ves algo?- La pregunté para asegurarme.

-Claro, tengo a alguien tapándome los ojos y veo de todo, tu también Nat...- Me respondió riendose mientras la conducía hasta la cocina.

Le quité  las manos de los ojos en cuanto se sentó en la silla para poder ver la mesa de la cocina. Había dos tazones de sopa que había preparado María con dos velas al lado de las copas de vino y un mantel rojo muy bonito.

-No te creo Nat- Me dijo sorprendida mientras miraba toda la mesa sonriéndo.

-Que te gusta?- La dije sentándome en frente de ella.

-Me encanta, pero has sido lista al pedirle ayuda a María- Me respondió sacándome la lengua.

-Mierda, me has pillado... Pero la idea fue mia!- La contesté defendiéndome.

-Amo la sopa, podemos empezar a cenar?- Me preguntó agarrando la cuchara para empezar a cenar.

Después de cenar nos fuimos al sofá a ver algo de Netflix, nos dieron las doce de la noche y aún seguiamos en el salón las dos con el pijama.

-Entonces María a donde se fue al final?-

-Te crees que ella miente con lo de Marta?- La respondí en tono obvio.

-Se habrán ido a follar- Me dijo riéndose.

-Y si... Hacemos lo mismo nosotras dos?- La contesté acercándome a su boca, empujándola para tumbarla en el sofá.

-Estaba esperando a que lo dijeras- Me respondió mordiéndose el labio mientras yo la miraba, colocándome encima suyo sonriendo perversamente.

Baje hasta sus labios y los comencé a besar lentamente mientras introducía mi lengua lentamente jugando con la suya. Cortamos el beso por falta de respiración, y para aprovechar, la agarré de las muñecas, haciendo que su capacidad de movimiento se dificultara. 

Baje lentamente hasta su cuello, besándolo y chupándolo, mientras notaba como Alba arqueaba su espalda por la excitación a la vez que soltaba algún que otro jadeo, haciendo que me encendiera mas.

La solté las muñecas para levantar rápidamente su sudadera rosa y comenzar a lamer su clavícula y a provocar con quitarla el topa que llevaba mientras me reía, ella seguía jadeando, hasta que yo se lo quité, dejando sus pechos al descubierto. Eran pequeños pero increiblemente preciosos y suaves, los empecé a acariciar mientras notaba como ella se iba sonrojando por la vergüenza.

Peñizque sus pezones varias veces para después comenzar a morderlos suavemente, mientras que mi mano por naturaleza, bajó sola hasta su entrepierna, acariciando sus muslos aun con el pantalón por encima. Decidí dejarme de tonterías y desabrocharla la bragueta para bajarla lentamente el pantalón, dejándola en tanga mientras tocaba por encima de la tanga su parte íntima.

-Estas bastante mojada Albi...- La dije en su oído, intentando provocarla cosa que conseguí.

-Podrías hacerme el favor de follarme ya?- Me contestó mientras alguna vez entrecortaba su voz por los jadeos.

Volví a bajar hasta la altura de su tanga rojo, mordiéndolo mientras se lo bajaba, quitándolo por fin, quedándose desnuda por completo mientras que yo estaba vestida entera. La ordené levantarse para poder ver su cuerpo mucho mejor, se levantó y después de varios minutos saltó sobre mi, enrollando sus piernas en su cintura, besándonos como si no hubiera un mañana mientras nos dirigiamos a la habitación.

Cerra la puerta con la pierna, dándole un suave empujón mientras tiraba a Alba en la cama. Comencé a acariciar su clítoris suavemente mientras que ella soltaba algún que otro gemido, aumenté la velocidad, haciendo que ella soltará bastante liquido por la excitación.

-Haz el favor... Y penetrame ya...- Me pidió con la voz entrecortada.

Ella apoyó sus piernas en mis hombros, dejándome ver mucho mejor su entrada. Mojé mis dedos con su flujo y penetre suavemente dos dedos, sacándolos e introduciéndolos mientras escuchaba sus gemidos cada vez que estos entraban. Añadí un tercer dedo, haciendo que Alba gritará de placer, agarrandose fuerte a las sabanas de la cama, seguí metiendo y sacando mientras la besaba, sus gemidos se hundían en mi boca hasta que por fin, noté como Alba llegó a su final, mordiéndome el labio con fuerza y soltando un último gemido.

Las dos caímos rendidas en la cama.

-Que bien lo haces coño- Me dijo Alba riéndose, mientras nos metíamos en la cama.

-Experiencia cariño, experiencia- La respondí chuleándome.

-Necesito mas mañana, voy a conseguir darte yo- Me desafió apartándome un mechón de la cara, posicionándolo detras de mi oreja.

-Ajam... Lo que tu digas Reche, vamonos ya ha dormir que mañana tenemos que trabajar- La recordé, dándola un beso en la mejilla.

-Te quiero Nat-

-Y yo Albi- La respondí sonriendo mientras ella se escondía en el hueco de mi cuello, durmiéndose totalmente desnuda con su perfecto cuerpo.

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Dentro de poco empezarán los problemas con Alba y nat....

Mi única drogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora