—¿Q-Quieres decir q-que yo te...? —El sonido de mi celular llamó nuestra atención.
Ambos volteamos a ver el origen del sonido para luego ignorar lo que estábamos haciendo, Valtiel se puso de pie limpiando disimuladamente sus ojos; por mi parte dejé los trozos del plato en el suelo para poder ir a contestar la llamada. Al contestar la llamada noté las gotas de sangre que había dejado en el trayecto lo que me hizo contestar con molestia.
—Hola...—dije sin importarme el contacto.
—Hola Jace, ¿es buen momento? —dijo una voz femenina.
Aparté el celular de mi oído para fijarme de quien se trataba, Cosette se leía y sin ganas de hablar con ella volví a tomar su llamada.
—¿Qué se te ofrece Cosette? —le dije sin interés.
—Oh, bueno, quería saber si ya estabas en casa pero creo que es un mal momento; perdón, te hablo luego —dijo decaída.
—Estoy un poco ocupado Cosette, pero creo que sí hablaremos en otra ocasión, buenas noches —colgué la llamada.
Me giré para volver a mi situación con Valtiel el cual ya había levantado todo y el rastro de gotas que había en el suelo ya no se encontraba, recordé el corte en mi mano lo que me hizo alzarla y verla pero estaba intacta sin ninguna marca. Lo vi con confusión pues ya estaba mirando nuevamente el exterior en la ventana.
—Iré a hacerte otra cosa... —susurré a sus espaldas.
—Olvídalo, se me fue el apetito—dijo sin mirarme.
—Valtiel... —lo llamé con seriedad haciendo que volteara—. ¿Qué quieres exactamente de mí?
Esta pregunta hizo que el demonio frente a mí mi abriera un poco los ojos, después de soltar un gran suspiro se acercó a mí con rapidez dándome un abrazo, cerca de su pecho pude escuchar sus latidos casi imperceptibles.
—Quiero que esta sea nuestra última discusión, realmente no me gusta pelear contigo, Jace —dijo un poco sentimental.
—Sinceramente no te entiendo Valtiel..
—Me aparté de él—. Tu cambio de humor me esta volviendo loco, sientes celos, dolor, tristeza y enojo en un solo momento. Fue ese mi temor, creí que en verdad me matarías.—Ya te dije que no tengo pensado hacer eso, mi cambio de humor se debe a ese idiota. —Se cruzó de brazos.
—¿Cuál es la razón por la que odias tanto a Jason si él no te ha hecho nada? —lo cuestioné.
—Solo no quiero que se te acerque, me da mala espina... —Se giró indignado.
—¿Crees que se trate de Aamon? —le pregunté frunciendo el ceño.
—No, ya te hubiera matado en la primera oportunidad que hubiese tenido. No me da confianza, eso es todo —comentó cruzado de brazos.
—Tú sigues sin darme confianza y aún así te tengo frente a mí —musité despacio.
—¿Aún cuando te dije que no te haría daño, sigo sin darte confianza? —Volvió a verme afligido.
—Solo quiero que me digas, ¿quien le tendría confianza a un demonio? Si tanto quieres que confíe en ti, deberías de demostrarlo —le pedí.
—¿Y cómo puedo ganarme tu confianza? Te puedo dar riqueza, fama, lo que tú quieras, ¿con eso confiarías en mí? —Se sentó en la cama, observándome expectante.
—No, tiene que ser algo que tu creas que me haría confiar en ti. —Lo miré esperando alguna respuesta estúpida de su parte.
Tras pensar unos segundos Valtiel quedó en silencio hasta mirarme como si se le hubiese ocurrido algo, se levantó y caminó dos pasos hacia mí hasta quedar cara a cara; su repentina acción me hizo retroceder un paso y mirarlo confundido, pero me tomó de la cintura para evitar que me alejara más.
—¿Q-Qué diablos haces? —le pregunté.
—Digamos que es mi forma para ganarme tu confianza. —Sonrió con picardía.
Estaba un poco desconcertado por su comportamiento pero todo eso se desvaneció al sentir sus labios contra los mios, su mirada cruzándose con la mía me hicieron hervir de vergüenza. Él comenzó a mover sus labios. Quedé congelado por un momento, con la mente en blanco y sin saber como reaccionar. Sentí como intentaba abrirse paso a través de mis labios, fue entonces cuando reaccioné intentando apartarlo aunque sin mucho éxito, logré alejarlo por unos segundos antes de que volviera a atacar mis labios. A pesar de poner toda la resistencia posible parecía no ser suficiente. Se sentía tan extraño, en esos momentos lo único que inundaba mi mente era él y aquel beso que esperaba ser correspondido. Con mis sentidos algo nublados intenté hablar, permitiéndole a Valtiel tener más acceso a mi boca.
—Jace... —susurró.
Entonces cualquier rastro de cordura que haya tenido en ese momento desapareció. Con torpeza correspondí el beso sutilmente, se sentía raro hacerlo, era la primera vez que hacía ese tipo de cosas, lo cual era vergonzoso de reconocer. La necesidad de querer tocarlo apareció de la nada, sentía que debía colocar mis manos en algún lugar, quería hacerlo. Iba a poner mi mano en su nuca para acercarlo más, pues eso era lo que necesitaba en ese momento. Sin embargo, Valtiel tomó distancia.
—Eres malísimo besando Jace, ¿cuándo fue la ultima vez que besaste a alguien? —me preguntó con su sonrisa estúpida.
—Cierra la puta boca, no sé porque te dejé hacerme eso. Además, ¿qué te importa cuándo fue la última vez que besé? —Me giré dignamente limpiando mis labios con la manga de mi sudadera.
—No te quejaste para nada, si lo hubieras odiado ni siquiera estarías sonrojado —comentó con egocentrismo.
—Déjame en paz... Así no vas a ganarte nada idiota. Eres tan molesto y odioso —renegué dándole la espalda, sin dejar de musitar más insultos por lo bajo debido a la vergüenza que sentía. Ojalá la tierra me hubiera tragado.
—Mira. —Me tocó el hombro, haciéndome girar y encararlo—. Si quieres dar un buen beso debes primero acariciar el cuello de la persona con tus yemas hasta llegar a los labios. —Comenzó a hacerme lo que decía—. Después lo miras a los ojos con intensidad, para trasmitir a esa persona tus sentimientos y te comienzas a acercar poco a poco hasta sentir las vibraciones de su respiración en tus labios. —Se acercó a mí, mirando mis labios unos segundos—. Y lo besas —susurró al final, antes de darme un pequeño beso en los labios.
Inmediatamente me giré aún mas apenado que antes lo que le hizo soltarse en carcajadas.
—Es todo, me voy de aquí. —Fui rápidamente a la puerta.
—¿A donde vas? —preguntó.
—No te importa. —Salí de la habitación
—Ya que vas a la cocina traeme otro sándwich... Ahora estoy feliz y tengo apetito.
—Vete a la mierda —al decir esto me di la vuelta para enfrentarlo. Retomé mi camino a la cocina.
—No me dijiste si me había ganado tu confianza —me dijo desde atrás—. ¿No te gustó mi beso?— Preguntó con sarcasmo.
Comencé a bajar las escaleras rápidamente haciendo que resonaran con fuerza.
—¿Eso fue un sí? —gritó desde dentro.
—¡Cállate! —le devolví el grito, lo único que conseguí fue que su risa se escuchará desde mi habitación.
A pesar de que me molesté por su insistencia sonreí cuando bajaba por las escaleras, no me podía imaginar que mi primer beso fuera con Valtiel; tentaba mis labios con curiosidad mezclado con felicidad.
∆El TeamClock les agradece por el apoyo a la historia, hemos llegado a las 50,000 lecturas gracias a ustedes. Seguiremos creando mejores capítulos como historias en el futuro y nos gustaría que fueran parte del mismo, besos y abrazos para todos 💗💗💗⏳⏳∆
ESTÁS LEYENDO
En las garras del demonio (EDITANDO)
RomanceJace, un simple estudiante universitario, se ha visto envuelto en la tarea de lidiar y convivir con un demonio encantador , luego de haberlo invocado una noche por una extraña ouija, poco a poco se darán cuanta que no era lo que esperaban... (No com...