Habían pasado semanas desde Navidad. Su plan de evasión seguía adelante, tanto por miedo a aquellos sentimientos, como por orgullo. La rechazó y no había más que decir. Y a pesar de todo en cierto modo la echaba de menos. Se enfrasco en los estudios y en preparar el viaje para mantener la mente ocupada. Aunque de vez en cuando no podía evitar mirarla de reojo.
El día antes al viaje había llegado. Se dió la tarde libre en los clubs y en el consejo estudiantil para que pudieran terminar de preparar el equipaje. Así pues, terminó de preparar todo y se metió en la cama, mirando hacia el balcón, como habitualmente. Pero no se durmió. Sintió como tiempo después su hermana también se metia en la cama. - Buenas noches, Mei. - A lo que no respondió. Normalmente esa era la peor parte del día, incluso peor que las comidas y cenas en las que tenían que comer juntas porque estaba su madre, ya que se dedicaban a centrar su atención en la comida o cualquier otra cosa. Sentía como poco a poco el calor de Yuzu se extendía hasta ella y se entristecía pensando en cómo terminó aquello. Pero así es como debía ser.
Al día siguiente tras prepararse para ir a la estación, vio que su hermana aún no se había despertado. Se quedó un momento mirándola, dudando si despertarla o no. Quería hacerlo, pero sentía que si lo hacía, aquella chica podría tomarlo como un incentivo para volver a acercarse y todo el esfuerzo que hizo durante aquellas semanas habría sido para nada. Por lo que simplemente cogió la bolsa de viaje, se dió media vuelta y salió dando un pequeño portazo, rezando porque eso la despertara.
Al llegar a la estación de tren la pararon dos chicas para preguntarle dónde quedaba el andén en el cual paraba el tren que se dirigía a Kyoto. Como era el mismo en el que ella iba a montar, pudo explicarles con bastantes detalles como llegar. Tras esto, se dirigió al punto de encuentro de su escuela. Vió que ya habían llegado algunas estudiantes, entre ellas Harumi Taniguchi. Saludó a todos y fue junto el profesor y Himeko para coordinar el grupo, mientras de vez en cuando lanzaba una mirada fugaz al rededor de Taniguchi para comprobar si su hermana había llegado. Se acercaba la hora de coger el tren, ya estaban casi todas las alumnas e iban a pasar lista. Vió como la amiga de su hermana atendía el móvil y se escondía tras unos carteles, esperando que no fuera que su hermana acabara de despertarse, pues eso significaba que no llegaría a tiempo. La chica salió de su escondite y se acercó a ellos. Les dijo que Yuzu estaba en camino y que se uniría a ellos en cuanto pudiera. Mei solo suspiró y pasó lista.
Una vez llegada la hora, se montaron en el tren. Entre Momokino, algunos miembros del consejo y ella, repartieron unas hojas en las que venía el itinerario del viaje. Cuando terminaron tomaron sus asientos. La más alta eligió el lado de la ventana y estuvo gran parte del viaje en silencio mirando el paisaje mientras Himeko emocionada hablaba de lo educativo y entretenido que sería todo. Llegaron a Kyoto y siguieron la programación sin problemas, además el clima acompañaba con un cielo soleado. Cuando terminaron todas las visitas de ese día, se dirigieron al hotel. Allí cenaron y dejaron un poco de tiempo libre para bañarse o pasear. Ya se hacía tarde y la rubia no aparecía. Pidió a la vicepresidenta que si la encontraba tuviera una charla con ella, pues ella estaba cansada, daría una vuelta para comprobar que no hubo problemas y se iría a la habitación. Mientras hacía la ronda encontró a alguien que no se esperaba.
- ¡O.. Oye!¡Disculpa!
- Sois las chicas de la estación de Tokio.
- ¡Sí!¡Mi nombre es Sara Tachibana! Esta es mi hermana, Nina. Si no es mucha molestia... ¿Me dirías tu nombre?
- Mi nombre es Mei Aihara. Un placer conoceros. - Haciendo una pequeña reverencia.
- Mei, muchas gracias por decirme tu nombre. Nosotras tambien nos alojamos aquí. Espero que podamos volver a vernos. - Mientras entraban vestíbulo del hotel.
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¿El sueño que le salvó la vida? [Citrus]
FanfictionEl padre de Mei vuelve para contarla que se volvio a casar, lo que hace que quiera abandonar todo, pero alguien se lo impide. Al principio choca contra esa persona, que más tarde se convertirá en punto de inflexión. Citrus AU Sobrenatural