✨1 ✨

818 39 9
                                    


El dolor, el dolor de haber perdido a alguien, ese dolor que cientes al haber perdido a alguien especial para tu corazón; la soledad estaba invadiendo a dos tipos de personas muy diferentes, tan diferentes que solo una persona las unió, si una persona unió al presidente de Kaiba Corp y a el Rey de los juegos.

Ambos con el mismo dolor.

Pero con diferentes interpretaciones de este.

 El presidente de Kaiba Corp se encontraba las veinticuatro horas del día, en su trabajo, olvidando por completo todo a su alrededor, su hermano menor. 

Su vida sin su rival, sin su único amigo, se sentía vacía, se hundía en el alcohol por las noches de fin de semana, el pequeño brillo que tenían sus ojos zafiros que tanto se presentaban al ver al faraón había desaparecido por completo, sin ningún rastro de felicidad........


El Rey de los juegos, por otro lado, había perdido completamente las ganas de jugar juegos de mesa, cualquier tipo de juegos, se quedaba despierto durante las noches con insomnio, recordando todo lo que había vivido con su otro yo; a menudo se ponía a escribirle cartas, lo dibujaba con lagrimas en sus ojos, en sus ojos sin aquel brillo en sus ojos amatistas que tanto lo caracterizaban, debes en cuando se ponía en posición fetal para pensar,pensar en todo, con dolor en su corazón........

En la casa del Rey de los juegos, su abuelo Salomono Mouto se encontraba limpiando la tienda, con una escoba,mientras que el pequeño tricolor se encontraba su habitación, echo un bollito en su cama con las sabanas hasta la cabeza, sin haber podido dormir, con sus ojos rojos por tantas lagrimas robadas de sus ojos amatistas, su cabello despeinado sin preocupación alguna por el.

 Estaba hundido en sus pensamientos cuando su celular sonó, quiso ignorarlo pero no pudo el sonido de la molesta alarma de su celular, atendió.

_Yugi ¿Te encuentras despierto?_ dijo una voz mas joven que la de el, la cual reconoció al instante.

_Si, estoy despierto Mokuba ¿Que se te ofrece?_ dijo el tricolor fregándose el ojo izquierdo con sueño.

_Yugi es mi hermano, ¿Me puedes ayudar? por favor, ayúdame a despegarlo del escritorio_ dijo el menor con voz preocupada, el tricolor no pudo negarse ya que quería distraerse un poco.

_Si claro Mokuba, estaré allí en unos minutos_ dijo el tricolor con una pequeña sonrisa.

_Bien te mandare un chófer, adiós Yugi_ dijo el del otro lado de la llamada cortando velozmente.

 

El joven Yugi Mouto, se dirigió al baño para darse una merecida ducha, lavando su cabello  y cuerpo; salio de allí para ponerse una remera que tenia de kuriboh de color negra, unos shorts también negros y unos tenis blancos; había terminado de cambiarse y sonó una bocina de un auto; por lo cual bajo fingiendo una sonrisa.



       


              

Después del dolor viene la felicidad  //Rivalshipping//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora