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«la lluvia toca mi ventana, y me pregunta si estoy bien»

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al fin y al cabo es la única a la que le importaba





Había forjado a la fuerza una extraña tensión entre Seokjin y yo. Luego de la discusión de aquel día no podía dejar de tener ese pequeño remordimiento que me carcomian la mente. En una discusión de treinta segundos jodí parte de la confianza y respeto que teníamos. Nunca le había levantado la voz, así como el nunca había sido tan hostil. Yoongi me repetía mil y ún veces que todo estaba bien, que el no le importó mucho la discusión.

Pero a mí sí.

Sin embargo, a pesar de que lamento haber soltado maldiciones e insultos, no me arrepiento de la intención, y esa era que me dejaran a mi ser una nube gris andante. Quizás solo debía drenarme para volver a como regularmente era antes de toda esta laguna de pensamientos. Seokjin seguía insistiendo en que lo que hacía estaba mal. Pero sinceramente me importaba poco. Inclusive ni siquiera estaba al tanto de Yoongi y sus discursos sin tapujos y censura. Por ahora solo quería volver tiempo atrás y evitar que esa discusión que se nos fue de la mano ocurriese y que ellos siguieran reprochandome en silencio mientras yo hacía lo mío.

— ¡Error, hyung! —espetó Hoseok con un tono que quizás no desbordaba molestia, pero si un poco de desesperación—, es izquierda, páh, derecha, páh y vuelves al centro —me reclamo al ver que perdí el paso.

Bufé con un poco de molestia y acepté mi error asintiendo un par de veces. El coreógrafo principal llamó por unos segundos a Hoseok y hablaron por un rato. Haciendo que el ensayo de una nueva coreografía quedará en suspenso.

— Estás muy distraído, Nam —la voz de Yoongi se apareció a mi lado. No tomo una mirada para saber que estaba dudando y seguramente casi sin aire luego de la ardua práctica. Yo simplemente asentí con la cabeza, dándole la razón.

No quería hablar y sacar otro tema de la nada y comenzar una tonta discusión en frente de todos. Ya tenía mucho con la tensión que había en el salón de prácticas, dónde Jin y Jungkook se dirigían un par de palabras y pequeñas miradas. Quizás hablando de mí. Yoongi bufó al ver como mi vista se posaba en el chico de hombros anchos mientras que tomaba su botella de agua para poder hidratarse luego de estar sudando tanto.


— Sabes que lo hace por tu bien — Yoongi volvió a hablar y traté de mirar hacia otro lado.

No habíamos hablado nada más y me temía que la amistad pendía de un fino hilo o simplemente este en esa etapa rara que preferiría saltar. Por suerte ningún otro sospechaba directamente o preguntaba acerca de eso, estaba libre por ese lado.

— Sabes que yo no digo pendejadas —habló luego de un rato y rasco su nuca incómodo— pero déjate ayudar —soltó. Gire los ojos casi automáticamente y el se apresuró en seguir su palabrerío— escucha, sé que dirás
Pero yo te entiendo, y tú más que nadie sabe que yo también estuve en esa puta situación —tomó mi hombro y lo empujó de manera brusca para que me girará a verlo— tu más que nadie sabe lo mierda que me sentía, y lo mismo que él te está diciendo era lo que tú me aconsejabas

Y dolorosamente era cierto, mi deber como líder era tratar de mantener toda la mierda junta de mis amigos antes de que el caos se desatara. Pero no me sentía capaz de tan siquiera aceptarlo. Prefería seguir siendo el hipócrita de siempre.

forever rain | bts; rmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora