LA DEL 11 "JOTA"

763 4 1
                                    

Cuesta creer que una abuela no ame a sus nietos, pero existió la viuda de R., mujer perversa, bruja siglo veinte que sólo se alegraba cuando hacía daño. La viuda de R. nunca había querido a ninguno de los tres hijos de su única hija. Y mucho menos los quiso cuando a los pobrecitos les tocó en desgracia ir a vivir con ella, después del accidente que los dejó huérfanos y sin ningún otro pariente en océanos a la redonda.

Durante los años que vivieron con ella, la viuda de R. trató a los chicos como si no lo hubieran sido. ¡ Ah... si los había mortificado! Castigos y humillaciones a granel. Sobre todo, a Lilibeth -la más pequeña de los hermanos- acaso porque era tan dulce y bonita, idéntica a la mamá muerta, a quien la viuda de R. tampoco había querido -por supuesto- porque por algo era perversa, ¿no?

Luis y Leandro no lo habían pasado mejor con su abuela, pero -al menos- sus caritas los habían salvado de padecer una que otra crueldad: no se parecían a la de Lilibeth y -por lo tanto-  a la vieja no se le habían transformado en odiados retratos de carne y hueso.

El caso fue que tanto sufrimiento soportaron los tres hermanos por culpa de la abuela que -no bien crecieron y

¡SOCORRO! ( 12  cuentos para caerse de miedo) Elsa BornemannDonde viven las historias. Descúbrelo ahora