ARDE.
Inspiró el aire caliente.
La garganta le picaba de tanta ceniza,
alzó la mano, una cerilla en la palma,
y el famoso calor en el vientre.
¿Qué es esto? Le preguntó a la nada.
Le contestó su propia lengua:
Fuego.SONRÍEME.
Escogió el color,
no importaría mucho cual,
levantó el alfiler e insertó el hilo.
Cerró un ciclo de su vida
y le abrió las puertas a la calma.
Una a una
las costuras en su boca
dibujaron la sonrisa que siempre quiso
y nunca pudo tener.FAIRYTALE.
El lobo mostró los dientes.
La rabia le hirvió en las manos,
el labio le tembló de impotencia,
y sus pies no volvieron atrás.
Caperucita alzó la escopeta,
y con la voz de una mujer
que conoce el dolor
dijo:
Por todas las que conseguiste comer.