Bajé apresuradamente del tranvía. Hacía tanto tiempo que no había estudiado en una escuela normal o simplemente que hubiese podido tener la capacidad de abrir un libro o el hecho de tener que entablar una conversación que no fuese sobre mi pasado, es un secreto hacia los extraños.
Me planté delante de aquel cartel verde camuflado bajo unos grandes bloques de edificios. Lo pensé tres veces antes de adentrarme en aquel sitio desconocido para mí.Me adentré con algo de miedo e inseguridad. Lo observaba todo con detalle mientras nos bajaban a nuestra respectiva aula, esto no es un instituto, es una academia en la que cursaría un grado medio, ese que me ayudaría a subir un peldaño más para realizar mi ansiada carrera. Enfermería.
Todo no se consigue de golpe, esta formación es de auxiliar de enfermería.
Con mil cien pensamientos en mente, el temor al rechazo que ya llevo desde hace años y el,"no saber que pasará", reconcome mis entrañas.
Me planté frente a una puerta de madera algo desgastada que daba a finalizar aquel lugar.
"Aula 2".
Demasiada gente a mi alrededor, un ambiente de incertidumbre, un aula demasiado grande la cual se llenó en cuestión de segundos.
-María
Un susurro entre mucho jaleo que finalizó rápido. Volví a darme la vuelta buscando a aquella que hubo nombrado mi nombre, de nuevo sin resultado, tras de mí solo se haya la pared y no hablan por mucho que me hayan dicho "háblale a la pared".
-No, creo que debo de estar tan perdida como para conversar con hormigón pintado de verde, aunque a veces en tiempos nos comunicásemos a puñetazos o agrediendome a mí misma, (vaya... que no me diese cuenta de que por muchos golpes que le diese no obtendría aquella respuesta que buscaba y que sigo intentando encontrar).
-¡Niña! ¿Has visto esos pantalones de la talla 40 que llevas?
De nuevo esa voz se alzó y rió descaradamente, con aires de desprecio.
-María, ¿Te has mirado como vistes? Chica pareces un elefante con piernas, ¡Hay perdón! ¡Con patas!
Dijo con crueldad.
Por un momento paré de mirar al frente y observé los vaqueros tan rotos que llevaba puestos y como mis piernas asomaban por los huecos.
-Se ven demasiado anchas, igual tiene razón...
Se alzó una voz elevada e imponente. Comienza la presentación, dos maestras y el director explicaban normas, exámenes... todo aquello que iba a ser cursado.
-Me causa temor estar entre tanta gente, muchas personas a las que ni siquiera conozco; como dice mi madre, "Tiempo al tiempo".
-Oye... ¿No notas como se clavan sus miradas en ti? Vistes raro y esa no es tu talla, deberías llevar una 34 no una talla de gordas. ¿Te crees guay por llevar una sudadera de una mano esquelética sacando el dedo corazón como si fueses de chula o te creyeses guay?
-¡¿Quién eres?! ¿Por qué no te veo y si puedo escucharte?
-¡Madre Mía! Me dan ganas de vomitar del aspecto que llevas... Nunca sabrás vestirte de una forma normal, solo sabes imitar a los demás porque eres un rechazo en la sociedad... No vales ni el valor de una peseta en euro. A ver si coges y aprendes de una vez. Anti - Social.
-¿¡Qué dices de mi forma de vestir!? ¡Oye muestra tu identidad! No criti...
-¡Cállate! María, te conozco de sobra, ¿A que no sabes preguntar a la chavala que tienes al lado si tiene un bolígrafo para dejarte?
-¡Ja,ja,ja,ja,ja,ja! Dios... que inútil...
Con voz algo temblorosa me giré a mi derecha y lo pedí con educación.
-¿Tienes un bolígrafo?
-Sí, toma.
Lo agarré e intenté ser rápida al escribir se lo devolví agradecida.
-¡Ves como pue...!
-¿No ves como te ha mirado? Habrá pensado, menuda retrasada que ha entrado aquí. Ni si quiera estás atenta a lo que están comentando sobre tu FP. Luego a llorar porque no tienes ni idea de lo que han dicho.
-¡Es cuestión de preguntar a la maestra!
-¿Tú? Si no sabes ni hablar bien, idiota.
Finalizó la presentación. Tenía que largarme lo más rápido posible, no es fácil y tengo demasiadas dudas.
Un nuevo comienzo que a mis ojos es aterrador, pero me atrae porque es algo que siempre he querido hacer, Ayudar como a mi me ayudaron aunque aquí no será de la misma manera porque no está basado en algo psicológico o de psiquiatría. Haré un bien para aquel que esté enfermo, eso es bonito, el dar tú mano y tiempo para mejorar una vida.
Escalón a escalón seré enfermera, primero me enseñarán a ser T.C.A.E y cuando pueda y sea posible me introduciré en la rama de la psiquiatría. También es salvar vidas aunque con otra perspectiva.
A veces no sangran porque los trastornos o enfermedades mentales son físicamente invisibles a vista humana, muchas las dibujan y esculpen sobre su piel o las sacan de diferentes maneras. Como yo en mis tiempos hice... Haré lo que pueda para que no desistan más personas.
Primero debo estar bien, del todo. Difícil pero posible.
-Ahora... ¿Cómo puedo comenzar con buen pie?
-¡Mierda! ¿Se entraba mañana? ¿ Era a las ocho u ocho y media?
-No he copiado el horario correctamente, puede que sea una inútil. Lo dijiste, debo averiguar quien diantres eres y el porqué no puedo verte pero sí escucharte.
ESTÁS LEYENDO
Déjame Respirar
Teen FictionA veces todo el mundo siente que tiene una soga invisible que le aprieta con tanta fuerza que le ahoga.