Capitulo 1

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Sus ojos, otra vez. En el inmenso cielo estrellado y la luna casi llena, aquellos ojos parecían tener vida. El mártir de sus recuerdos, parecían atormentarla por el resto de su corta existencia. Lo había visto caer, pero no fallecer, y por ello, su mente no lograba aceptar su muerte. Vuelve, mil veces más y sus ojos están más vivos que nunca. Parecía real, esperaba creer que lo fuera. Intento encontrar todas las posibles razones por las que pudo haber sobrevivido, pero no las encontró. El cuerpo endeble de él, estaba en el suelo, se levantó y su rostro parecía irreconocible, pero su mente no podía creer lo que sus ojos acababan de ver.

- ¿estas... - dijo en un hilo de voz, no podía aceptar este sentimiento, sus manos temblaban, articular una palabra era un caso perdido. En su mente divagaban cientos de preguntas, distintas, que no lograba enlazarlas para poder encontrar una solución. En su rostro, el sensible dolor se hizo presente en lágrimas, no era emoción, era dolor, frustración, enojo, injusticia, agonía y falta de ayuda. Difícil de controlar, sus palabras por fin pudieron articular algo que decir y no fue la pregunta correcta a tan extraña situación - ¿cómo es posible?

- No lo es - su voz era ronca y su mirada vacía, no encontraba esa persona que tanto anhelaba tener a su lado, cuantas veces había soñado con que regresara y esto no se parecía en absoluto a alguno de sus sueños anteriores.

El rostro destrozado y sus ojos parecían pequeños trozos de cristal roto a punto de polvorizarse de tanto sufrir. La sangre en su cuerpo ya estaba seca, no había heridas, pero encontraba en su mirada todo el dolor que podía causar una herida cada 0,5 de segundos. En señal de sorpresa se cubrió la boca con su mano, mientras respiraba lo poco que le entraba al cuerpo por las aperturas de sus dedos, trataba de contener sus lágrimas, le dolía tanto su perdida y recordarlo le hacía vivir ese día, una vez más, sin haberle sentido sus últimas palpitaciones se fue sin haberse despedido y creyendo su muerte cuando aún respiraba. Verlo ahí, le hacía creer que aún seguía con vida. En las manos de su hermano, sostenía un puñal, aquel con el que se había defendido esa noche, su rostro cambio a uno totalmente inexpresivo, dos pasos fueron los necesarios para que clavara el puñal en su abdomen y la dejara con el pulso entrecortado y su respiración cada vez más débil. sus lágrimas salieron como su sangre de su cuerpo expulsando el dolor y la herida que llevaba por dentro.

7:26 h

Baton Rouge

No lo encontraba, el tiempo cada vez se hacía más rápido. Para su prisa era casi imposible encontrarlo, solo con un poco de ayuda, lo encontraría. el timbre sonó y la ayuda llego en camino, atravesó la habitación, la sala y presiono el botón para hablar por el citofono

- ¿Quién?

- Claire, apúrate - su voz sonaba desesperada.

-Sube, Andrew. Perdí los documentos, no los encuentro. - Suspiro y ella presiono el botón para que ingresara y mientras llegaba a la puerta, se dispuso a buscar por la sala. Un par de minutos más tarde alguien toco a la puerta y se dispuso a abrir sin preguntar esta vez.

- ¿Cómo es posible que pierdas justo el día de hoy? ¿no los pudiste haber perdido quizás mañana? Ya se nos hace tarde, Claire - ingreso a la casa todo exasperado y removiendo todo lo de la casa.

- Los deje en la mesa, ayer en la mañana cuando terminamos, no lo volví a coger

- ¿Estas segura?

- Si

En cuestión de segundos todos se encontraban registrando por el pequeño apartamento, pero rastro de la carpeta no quedaban, con tan solo echar un vistazo la sala estaba echa un caos, imaginarse el resto del lugar no les permitía pensar donde podrían estar esos papeles por los que darían lo que fuera, sería extraño pensar que esas hojas con un par de letras podían definirle el resto de sus vidas, aunque la verdad es así.

La llaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora